Me tocó correr con todo, tenía que arreglarme y lucir bien para ir a la empresa, me estaba muriendo de los nervios porque no tenía la menor idea de cómo iba a empezar, además tenía que dejar a los chicos cambiados, arreglados y debía hacerles el desayuno, en un par de horas mi vida fue un caos. –Mamá, ¿cuándo vamos a llevar a Luna al parque? –preguntó Aria. –Sí, dijiste que podíamos ir un rato y nunca fuimos. –Quiero jugar, ¿podemos llamar a Lauré para que lleve a su perrito? –¿Cuándo vamos? Los niños se estaban aburriendo en la casa y ya no tenía más métodos para dejarlos aquí, hasta había pensado en comprarles un caballo; podría buscar la manera de llevarlos al parque o a otra parte donde puedan estar tranquilos, pero no he tenido tiempo de eso, desde que venimos aquí me la he