18 de julio de 2009 Querido diario, Este fin de semana es pura magia. Dan me enseñó la brújula, haciéndome sentir como una exploradora. Rafe contó historias de estrellas, y bajo su voz, el cielo parecía un cuento. Mamá compartió secretos de las plantas, algunas tan suaves y dulces, otras espinosas y traviesas. Pero Anya... ella es como una nube oscura, solo me mira en silencio, como si no quisiera que estuviera aquí. No le gusta mamá, aunque lo esconde. Eso me pone triste, porque mamá es luz y amor, y no ve las sombras. Espero que mamá nunca note esas nubes, solo merece sonrisas. Con cariño, Grace. Grace El sonido que rompió el silencio detrás del arroyo fue como un presagio, una advertencia que nos erizó la piel antes de que viéramos su origen. Sobre las piedras, delineadas por la