Noelia cayó dormida entre los brazos de Roy mientras ambos disfrutaban de la vista. Después con cuidado la cargó hacia la cama y la recostó para después él mismo caer rendido sobre el delicioso colchón y se tapó con las gruesas sábanas que impedían que el frío entrara y cayó profundamente dormido sin poder evitarlo, sintiendo el calor de ella y escuchando su respiración. Roy comenzó a soñar, últimamente lo hacía mucho y a veces le gustaba y a veces no. Esta vez el sueño empezó siendo de su agrado. Soñó que Noelia y él se casaban en una hermosa playa. Ella traía un hermoso y ligero vestido blanco y él una conjunto de lino que les ayudaba a sobrellevar el fuerte calor que tenían. La boda era sencilla y hermosa, estaban acompañados de sus amigos y familiares más cercanos, para después term