Así que el día de la fiesta llegó, y Roy se sentía tan nervioso como la primera vez que se subió a un escenario. Tendría otro encuentro con Noelia y esperaba que este fuera mejor que el pasado, ya que, después de lo que Yess le había dicho, era evidente que le había dado una mala impresión y ahora tenía que arreglarlo todo.
Llegó a la dirección donde se encontraba la fiesta y antes de tocar la puerta se arregló el abrigo y respiró. Era el momento, la volvería a ver, estaba temeroso porque no sabía como ambos reaccionarían, si él volvería a sentir coraje o si sería el turno de ella ahora ¿sería apropiado huir? ¿Dejar todo como estaba? ¿Seguir con su vida y que ella siguiera la suya?
—¡Hola! — dijo Yess feliz al abrir la puerta.
—¿Cómo sabes que estaba aquí? —
—Hay una pequeña cámara —
