Capítulo 8. Lejos.
■■■■■■■
Ver a mi hermoso oficial de policía en ese estado, me causó angustia, todo pasó tan rápido, me di cuenta de que nadie tiene la vida comprada, el final puede llegar en unas horas, en minutos o inclusive en segundos, no quería perder mas tiempo, no podía.
Él no parecía feliz de verme, tenía la cabeza vendada, una mano, el labio roto y algunas heridas en el rostro que se debieron a vidrios que se incrustaron en su piel, era un desastre, pude darme cuenta de que el accidente fue horrible, dos personas muriero*n y una más estaba en coma, Mike no podía caminar y sin duda fue el mas afortunado de todos.
—Hola— dije un poco apenada, tal vez debí de preguntar si quería verme.
—Hola.
Me acerqué y sonreí para evitar llorar.
—Te vez horrible.
Él sonrió y de inmediato
