Horas más tarde Después de un día increíble conociendo rincones parecidos al paraíso dentro del país en el que nací, regresamos al complejo y de inmediato me vine a mi pirámide. Todavía me late el corazón a mil por hora después de haberme tirado de esa manera al precipicio con Neizan. Sinceramente, por momentos siento que la cobardía me va a ganar y me voy a arrepentir de todo esto, pero estoy haciendo mi mejor esfuerzo por no dejar que el miedo al amor, al que dirán y a sentir de nuevo me hagan dar marcha atrás en todo esto. Cualquier persona en su sano juicio me diría que hace uno pocos días había un tipo que supuestamente era el amor de mi vida me estaba dejando plantada en el altar. Obviamente también me cuestionaría como es que soy capaz de abrirme a descubrir que me pasa con este h