Mientras tanto en el salón de reuniones, el rey Zander se encontraba sentado con el rey Erik en el gran mesón de reuniones frente al alfa de cabello plateado, quien lo veía con desconfianza, porque aunque ambos reinos no estaban en guerra, y tampoco tenían enemistades, él conocía mejor que nadie que el alfa de cabello corto, rostro con facciones encantadoras, se caracterizaba por ser un conquistador fraudulento, y el reino de Alistair siempre había sido su principal deseo, sin embargo durante las guerras ellos nunca intervenían ni tampoco se aliaban con el sur, puesto que el reino del este solo esperaban el momento cuando el reino de Gavril perdiera para entrar en batalla con el norte, o que los sureños ganaran para negociar, y ahora ese día había llegado.
—Esperé verte en mi boda, Erik,
