El niño que Lord Calen había dejado para que fuera su informante, dejó de seguir a la reina y su doncella para ir hacia donde se encontraban los cuervos mensajeros. Habían de varios tipos, dos para cada área principal del reino de Gavril, es por eso que el niño buscó los cuervos que servían para dar mensajes a la costa de Havadur. Cuando se dio cuenta que solo había uno, suspiró con alivio yendo sin llamar la atención para buscar un papel, un envase pequeño de tinta y una pluma del área de los mensajes sin que nadie lo viera. Con sumo cuidado lo guardó bajo su camisa y como él les daba de comer a los cuervos, ninguno de los que estaban ahí presentes les importó, cuando el jovencito tomó el ave de rapiña que estaba entrenada para dar mensajes al palacio de Havadur. Entonces cuando se vio lo
