Al día siguiente: pequeño palacio del príncipe Drystan El rey y Esther se encontraban dormidos en la cama, todavía continuaban desnudos porque habían permanecido haciendo el amor hasta que Zander se sintió satisfecho, y Esther sintiéndose exhausta, quedó dormida en cuestión de segundos después de terminar de intimar durante todas esas horas que ella las encontró magníficas. Y ahora, al amanecer, la chica despertó sintiendo como el alfa a pesar que estaba dormido, la tenía bien sujeta, quizás incluso en sueños le aterraba que al despertar ella no estuviera como le sucedió el día que la pelirroja se había ido. A Esther no le importaba estar bajo los fuertes brazos de su bestia, por el contrario, le encantaba, se sentía segura y feliz al grado que, aunque ya se había despertado, volvió a cer