el te de limón con romero de mi abuela, lograba sumergirte en todo ese ritual que llevaba su preparación y el significado
Cada noche antes de dormir. mi abuela se bañaba, yo esperaba sentada en el sillón del living de su casa una vez más mi corazón se aceleraba cuando escuchaba decir, Ana bamos al patio, es ese momento en donde a oscuras buscábamos en el rincón del mismo un yuyito. Comenzábamos cortando con el cuchillo y cuando ya estaba casi listo dábamos un tiró. luego de eso corríamos hacia la casa para poner una paba a hervir, y mientras esto sucedia , mi abuela repetía una y otra vez la misma frase; este tè lo tomo desde pequeña, hoy te lo enseño a vos y luego vos se los enseñaras a tus hijos.
Era imnotizante escuchar esas palabras tan cargadas de recuerdos y de momentos compartidos de generación tras generación.
cuando el agua estaba a punto de romper hervo, corría en busca de una taza la miel y una cuchara. colocabamos el jugo de la mitad de un limón exprimido junto con la rama de romero cortada y lavada con el agua de canilla. vertiamos agua, lo suficiente para que alcance para las dos, y luego endulzabamos con dos cucharaditas de miel. luego de la preparación mi abuela agarraba la taza para evitar que yo me quemara y la llevaba hasta la habitación.
Al entrar en ella prendía la luz corría las sabanas junto a la gran frazada multicolor y de un salto quedaba acostada lista para escuchar contar las historias se familia que mi noma sabia contar antes de dormir.
La cama era se resorten así que imposible no unirse en el medio.