Mara
Siempre he dicho que uno siempre está donde el destino quiere y de cualquier lugar del planeta donde quisiera estar es aquí, veo llegar dos ambulancias con rapidez, no espero en la entrada corro hasta los paramédicos que bajan unas camillas.
— ¿Donde está la niña?— Les digo alto para que escuchen, ya que las sirenas están activadas.
— Aquí la traemos— Levantan la mano los paramédicos de la primera ambulancia.
— Síganme al área de trauma y el otro paciente llevarlo con la doctora Olivia—
Me acerco a la camilla y el corazón me late fuerte, en esa fría camilla yace una hermosa pelinegra de unos aproximados 4 años o más con sus ojitos cerrados y un golpe en la mejilla.
Tomo la camilla y casi corremos por los pasillos de la clínica.
— Quiero la información de la situación, como en q
