Capítulo 6

1138 Words
Mara —Te han dicho bella Mara que cuando sonríes iluminas todo este espacio— No puedo evitar sonrojarme. &Ven vamos a bailar— Toma mi mano y se pega a mí y por mi cabeza las imágenes no pasan nada decentes, de que cosas estaban hechas esos tragos. La música es lenta, pero sensual empiezo a mover mis caderas y me pegó a su pecho, él las toma y me pega mucho más, sigue así por unas cuantas canciones hasta que para moverse. —Debemos ir a sentarnos un rato, debo ir al baño—El pobre está rojo, yo estado tan absorto por el tiempo que llevaba sin bailar y disfrutar como hoy que no me di cuenta de que el pobre debe estar cansado. —Disculpa creo que ya estás cansado, vamos a sentarnos— Hago un puchero. —No estoy cansado, pero algo ha despertado y si sigues moviéndote así no podré controlarme— Sin disimulo veo su pantalón y veo que tiene un buen bulto, Santo cielo ya siento calor y la entrepierna doler. —Quién dijo que yo quería que pararas—Con esas palabras sellé mi destinó. Como un león lleno de hambre se lanzó hasta mis labios y me froto con su bulto, con esta boca me podría volver adicta, este hombre besa increíble y su olor me tienen volando, cuando me suelta toma mi mano y camina a lo que me imagino es la salida. —Quieres que nos vamos al hotel—Me pregunta. —Si Vámonos ya, este calor está insoportable— Él sonríe y camina conmigo tomados de las manos. Cuando llegamos a la salida, el habla con uno de seguridad y nos indica que un auto espera por nosotros. Él abre la puerta y me indica subir cuando ya estamos dentro del auto arranca. Empezamos a besarnos y tocarnos, él besa mi cuello y va bajando hasta mi escote. Al cabo de 10 minutos tengo mi mente ida de estas nuevas sensaciones que me está haciendo experimentar. Bajamos en la entrada del hotel vuelve a tomarme de la mala y camina rápidamente hasta el ascensor, como si quisiera llegar rápidamente a su habitación. Entramos al ascensor entre besos y risas, estás cosas nunca las he hecho. —A tu habitación o la mía—Me dice ronco por el deseo, eso me hace sentir bien por qué con mi ex todo era diferente y rápido. —A la tuya— Digo como puedo, ya que mi habitación está un poco desordenada por la ropa que saque de mi clóset, así que mejor a la de él. Subimos al siguiente piso del mío,No distingo que número de habitación por qué desde que salimos del ascensor me ha empotrado en cada pared que consigue. Entramos a su habitación y no deja que mire mucho la decoración, ya que siento mis pies ser elevados del suelo y por inercia los enredos en su cintura, siento un tirón en mi camisa hacia arriba y subo los brazos como puedo, empieza a meter su rostro en mis senos. — Dios me encantas, tus tetas son una fantasía—Me dice y me encanta más. —Bueno si soy tu fantasía disfrútala— No sé dé dónde salen esas palabras por qué yo no soy así. —Bueno hoy te follaré tantas veces, hasta quitarme todas las ganas que te tengo—Con solo decir esas palabras se me eriza la piel. Me quita el sujetador y muerde levemente mi pezón eso hace que me salga un gemido fuerte. Y lo tapo con mi mano. —No calles tus gemidos son hermosos y no me importa que nos escuche todo el hotel, me siento genial haciendo que disfrutes igual que yo lo hago— Besa mis labios, baja por mi mejilla hasta mi cuello succiona esa área, vuelve a mis pechos y juega, chupa, muerde me tiene en un limbo de placer inevitable. Le quitó la camisa y el roce de piel con piel es exquisito. Baja por mi vientre hasta los botones de mi falda, los quita y de un tirón me la saca con todo y las bragas quedaron expuestas ante él y con la mirada que me dedica sé que le encanta lo que ve. Con un valor impropio de mí, lo agarro y lo tiro sobre el colchón y me subo a horcajadas sobre él, empiezo a besarlo, lamerlo y por los jadeos y gemidos que suelta sé que le gustan. Bajo hasta su bragueta y la abro y retiro el pantalón con todo y bóxer igual que él hizo conmigo. Cuando veo su polla todo el valor que tenia se me fue. Es gigante y gruesa, Donde estuvo este hombre toda mi vida. Me paso la lengua por mis labios él nota mis intenciones, ya que de un tirón me tiene debajo de él, muy abierta. —Tranquila preciosa me encantaría tener tus labios y boca en mi polla, pero yo necesito probar tu sabor— No espero respuesta cuando siento un dedo separando mis pliegues y le dio un apretón en mi clítoris solté un grito que él me callo con su boca dios Santo. Luego solo sentí su lengua recorriendo todo mi intimidad, su lengua es audaz, solo estoy a un paso de mi clímax y él se da cuenta y mete sus dedos a la fiesta masturbándome y ya no puedo más y acabo en su boca. —Darekk— Es lo ultimo que digo. —Si preciosa sigue diciendo mi nombre, apréndetelo por qué todavía te faltan muchos orgasmos que darte— Me dice con una sonrisa malvada en su rostro. Siento que se acomoda en mis piernas solo puedo decir& Colócate el preservativo— Le digo extasiada de ver su gran m*****o. —Tranquila aquí están—Saca una tira de conservantes y sonrió. Se coloca uno y sin contemplaciones entra en mí—Dios santo— Grito mientras siento que mis paredes se estrechan. — Estás tan apretada y te sientes jodidamente bien—Me dice—Ya puedo moverme preciosa— Yo asiento y empieza a embestir es una sensación tan rica, no quiero que se acabe es algo indescriptible, suelo gemidos él por igual. Me aprieto a su cintura y él me besa como si no hubiera mañana. Me siento mareada por este torrente de sensaciones que estoy viviendo, grito me retuerzo de placer, este hombre si sabe moverse siento que ya estoy cerca del orgasmo. —Darek ya estoy cerca de—Vuelvo a gritar de placer— Córrete para mí, que yo tampoco aguanto más— Nos corremos juntos y me siento viva, sin fuerzas pero viva. Él sale de mí y se quita el condón lo anuda y tira en algún lugar de la habitación.
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