Ya era hora del trabajo, Sami ya estaba lista y yo también solo nos faltaba ir a trabajar, ya no tenia yo los nervios del primer día, si un poco de nervios de no poder controlar mis impulsos carnales, pero creo que con la ayuda de Sami pues todo va estar bien, ese mismo día en el trabajo no tuve ninguna provocación, fueron unas 8 horas muy tranquilas, aparte que por ser domingo la gente no fui mucho, la que fue se paso viendo a las bailarinas y tomando a alcohol, ese día me di cuenta que la mayoría de gente que va al club pide cerveza o whisky, son muy pocos los que piden un trago en específico. Al acabar ese día Sami se me acerco y me dijo — hiciste un excelente trabajo, fuiste rápida y atendiste a buena cantidad de personas y según lo que veo no caíste en la tentación de ninguno y tampo