Me logré calmar, voy de camino al helipuerto de la familia, necesito volver a Londres. Decido llamar a Callum en el camino y arriesgarme. En todo caso, si es por él, sigue huyendo. Necesito saber, si vale la pena, que luche o me detenga. Después que sonó y sonó la llamada, pensé que no iba a responder. Escucho en la línea su voz agitada. —Bueno —comentó jadeando, mi corazón se ilusiona al darme cuenta de que le importo—, avanza que estoy ocupado —y así como me llené de felicidad, me ayudé desinflando mi corta ilusión. —Necesito que vayas al hotel Davies a la medianoche a mi suite. Te anoté y te darán la bienvenida. —Decido seguir con el plan. Es uno de los hoteles de papá, uno de mis favoritos. —No podrá ser, estoy con la entrega del riquitillo —enseguida se negó. —A otra perra con es