Samantha dejó a su hijo dormir, era muy temprano y hacía mucho frío. Tomó una bata, salió de la habitación y bajó las escaleras. En la sala pudo ver que estaba Vlad hablando con uno de sus tíos, Ernesto y Teresa su esposa también estaba, ocupaba un lugar en el sillón. Su mirada estaba apagada, parecía ida o desconectada de la realidad. - Daré la orden para que la busquen. – dijo Vlad con voz calmada. - Agradezco tu ayuda Vlad, pero Gabriela me ha deshonrado. Desde hoy deja de ser parte de la familia y se las verá ella sola. – habló Ernesto molesto por la decisión de su hija al abandonar sus obligaciones. Respiró y volvió a decir. – sólo viene a informarte para que no la ayudes en caso de que te lo pida. Nos vemos en Estados Unidos, Vlad. – miró a su esposa. – vámonos mujer. – dijo y co