Samantha estaba sorprendida por la forma en la que actuó Vlad en el hospital. La tomó a ella como su esposa y le dio el lugar que le pertenecía, dejando a tras a Olivia. Llegaron a la mansión en completo silencio, sin la necesidad de mencionar nada al respecto. En cuanto bajaron del vehículo Vlad habló. - Pagaré a una Nutricionista para que te de una dieta adecuada y puedas tener una alimentación saludable. También a alguien que te ayude con yoga o quizás pilates. - Yo puedo contratar una, no es necesario que pagues por mí. – respondió Samantha. Vlad sonrió despacio, quitó las gafas para verla a los ojos y le dijo. - Todos los gastos que tengan que ver con el embarazo corren por mi cuenta al igual que los gastos de Matías. - sus palabras fueron tan seguras como el tono de voz que