Samantha ingresó directo en la oficina, había que poner manos en marcha y dedicarse a mantener las empresas y las propiedades que le dejó su abuela. Al pasar de los minutos le entró una llamada, el nombre del señor Miller apareció en la pantalla. - “Señor Miller. – contestó ella. – Me alegra que me llamara, espero y haya recibido mi mensaje” - “En efecto, lo recibí. – respondió. - Mañana viajo a los Estados Unidos ¿Estas segura de que no quiere que le lleve a su hijo?” - “Dante me tiene amenazada con quitármelo. – mordió sus labios apenada. – Nuestra situación es difícil, sé que tengo mucho poder y que puedo quedarme con la custodia total, pero el problema no es Dante, es su prometida. Ella ha perdido el juicio por completo y no puedo permitir que se acerque a mi hijo. Señor Miller,