Samantha permanecía en su oficina, por su mente se paseaban las palabras de Olivia. “Déjame decirte que debajo de esa caballerosidad se esconde un demonio que es capaz de quemarte hasta robarte el aliento y si no sabes controlarlo, te controla” Definitivamente ella era el ejemplo claro y la elección perfecta para ser una esposa Ferguson. Lo dejaría todo por Vlad, poder y derechos hasta entregaría a su propio hijo a la familia con tal de tenerlo. Samantha no podía entender o comprender porque Vlad si tenía una elección perfecta en sus narices, dejó ese compromiso y fue en busca de ella, había algo extraño en eso. Olivia habló de conocerlo muy bien, de ser la primera mujer en entrar en su vida y complacerlo, ellos debían de haberse casado, no ella, se decía una y otra vez. - ¿Puedo p