Capitulo 1. Nada es lo que parece
- Mamá, papá saludo mientras paso a la cocina y me siento a su lado.
En la mesa, hay bizcocho recién hecho, tostadas, café y jugos. Me siento bendecida.
- Desayuna ya, perezosa o llegarás tarde otra vez a la escuela.
- Mamá ya no voy a la escuela estoy en el instituto y es mi último año. Recuerdas? Digo levantando una ceja.
- Si, si lo que tú digas. Sirve zumo en mi copa mientras una sonrisa aparece en su cara.
Miró el reloj, si me retraso un poco más el señor Arthur me dejara en la pasillo toda la mañana. Agarro mi mochila me despido con la mano y salgo corriendo.
Pongo mi primer pie dentro del instituto, comienza a sonar el timbre de entrada. Justo a tiempo digo para mí.
Las clases pasan rápido. Hora de comer por fin!! Suelto un suspiro.
Estoy en el comedor, hoy me siento sola ni Ruth ni Ben han venido. Debió de pasarles algo, igual están enfermos.
Paso la comida aburrida viendo como las animadoras coquetean con los jugadores del equipo de fútbol. Las miró con un poco de envidia debe de estar bien, que todo el mundo te admiré. Digo para mi.
El reloj da las tres suena el timbre. Por fin termino.
- Iré a casa, dejaré la mochila y me pasaré por casa de Ruth y Ben. Voy diciendo en voz alta miéntras regreso a casa.
- Ya va la loca del pueblo hablando sola. Dice Melissa mientras ella y sus amigas comienzan a reír.
Yo no digo nada, sigo caminando y las dejo atrás. Hace tan solo un año éramos las mejores amigas. Pero algo cambio el día que cumplió dieciséis años. Dejo de hablarme y me cambio por esas "amigas".
Creo que nunca lo supere de contarnos todo, de ser íntimas amigas a declararse mi mayor enemiga.
Una lágrima comienza a resbalar por una de mis mejillas.
Llegó a casa, saludo y no obtengo respuesta. Dejo la mochila y salgo de nuevo.
Estoy en la puerta de la casa de Ruth y Ben, son hermanos mellizos y nunca se separan demasiado. Aunque son un año menores que yo y no compartimos las mismas clases . Somos los mejores amigos ellos me apoyaron cuando Melissa me dejó sola.
Abre la puerta su madre la señora Smith.
- Hola señora, están Ruth y Ben. Pregunto tímida. No se porque pero está señora me intimida.
-Lo siento Amalia, ellos no se encuentran bien. No los verás por un tiempo. Dice la señora Smith en un tono despectivo.
- Está bien gracias, respondo con educación.
Vaya al final no tengo nada que hacer me siento en un banco del gran parque del pueblo, es bonito y muy tranquilo.
Saco mi móvil, abro la aplicación de wasap me meto en grupo que tenemos juntos.
amiguis, se llama es cursi pero nos resultó gracioso.
Hola chicos cómo están?
Ruth: Bien
Amalia: Que les pasó, su mamá no me quiso explicar ?
Ben: nada de lo que te debas preocupar.
Pero que les pasa, no entiendo nada apenas han contestado a mis mensajes están bien raros. Paso la tarde observando a los pájaros y a las ardillas. No puedo saber que hora es, el móvil se ha quedado sin batería. Me voy a casa no quiero que mamá se preocupe.
Mientras avanzo hacia casa, escucho risas y una voces que me resultan familiares. Un escalofrío recorre mi columna vertebral. No se porque me escondo pero siento algo dentro de mi me dice que lo haga.
Lo que veo me hace enloquecer, un fuego que me abrasa recorre todo mi cuerpo. Ruth, Ben y Melissa caminan juntos, se les ve muy cercanos.
Cuando creo que ya no me pueden ver, corro como alma que lleva el diablo hacia casa.
Entró tan deprisa, tan enojada que no veo a papá en las escaleras. Chocó contra el y caigo de espaldas. Lo único que consigo oír en un ruido sordo, todo se vuelve n***o.
Abro mis ojos, estoy tumbada en la cama. A mi lado están mis padres con cara de preocupación y el doctor Mendel.
- Como te encuentras Amalia? Pregunta el doctor.
- Bien, solo me duele la cabeza. Respondo llevándome las manos a la cabeza.
- Sabes que te ha pasado? Vuelve a preguntar.
- No, no.. se. Creo que venía corriendo y me caí. Digo intentando levantarme.
- No intentes moverte, tienes que descansar. Has sufrido una pequeña conmoción cerebral. Dice el doctor mientras me pone una mirada extraña.
Bueno al final no ha sido tan malo. Un día de reposo y después vida normal.
- Explícanos cariño que es lo que pasó, porque llegastes a casa a así? Pregunta dulcemente mamá.
- Mama, yo... No puedo articular palabra. Me siento estúpida
Mamá me abraza y papá me acaricia el pelo. Cuando estoy calmada les comienzo a contar todo.
Mamá y papá se miran, parecen preocupados.
- Es hora de que hablemos con ella, tiene derecho a saber la verdad! Dice Papá
Mamá comienza a llorar, pero que pasa estoy confundida.
- Esta bien, dice suspirando mamá.
- Lo que te vamos a contar Amalia va a ser difícil de creer. Te has parado a pensar que los seres sobrenaturales pueden existir. Dice papá con una mirada sería.
Jajajaja. Comienzo a reir. Papá me devuelve una mirada sería y mamá asiente.
- Es el momento de que te mostremos algo. Dice mamá mientras repite unas palabras y unas figuras doradas aparecen de la nada, se mueven, comienzan a bailar. Estoy absorta mirando esas figuras cuando papá me pregunta:
- Qué te apetece comer?
- Tarta de arándanos estaría bien. Sonrió
Papá dice otras palabras y en su mano aparece un plato con una porción de tarta.
Trago saliva tan rápido que se va por otro lado y comienzo a toser. Las figuras se desvanecen y mamá me ofrece agua.
- Pero, pero... Como acierto a decir.
Mi niña este mundo no es como creías, la magia existe además de otros seres....
Entonces vosotros, vosotros no termino la frase estoy en shock.
-Nosotros somos brujos dice papá. Mientas comienza a explicar que su linaje se remonta 500 años atrás.
Y yo.... ? Pregunto dudosa.
- Tú no mi amor, tú eres humana deberías haber obtenido tus poderes al cumplir 16 años. Y acabas de cumplir diecisiete. Creemos que tú don está escondido pero latente dentro de ti. Dice Mamá.
- Entonces ellos, mis amigos son... No me atrevo a terminar de decir la frase.
Mamá y papá asienten con la cabeza. Sus miradas están tristes.
-Y porque no me hablan porque se alejan de mi. Digo angustiada.
- No es tan simple, aquí hay leyes, los humanos no deben saber de nuestra existencia. Ellos al ir adquiriendo sus poderes están obligados a alejarse de los seres no mágicos.
- Entonces yo!! Ustedes estarán en problemas por contarmelo.
No te debes preocupar por esto. En unos días nos iremos del pueblo.
- Porqué? Pregunto curiosa.
- Al no ser un ser sobrenatural como nosotros estás obligada a abandonar la comunidad. Conseguimos retrasarlo un tiempo pero el tiempo ya casi se cumplió.
- No pueden abandonar su vida solo por mi. Digo firmemente.
- Si nuestra vida eres tu. Dicen al uniso mientras me abrazan.
Sigo preguntando más cosas, pero mamá me regaña dice que necesito descansar. En cambio me deja un libro grande y pesado. Las letras de las tapas están desgastas.
"Seres sobrenaturales"
1796
Quiero leer pero le prometí a mamá que dejaría el libro para mañana.
Tengo demasiada información que procesar. Todavía no me hago a la idea de que todo sea verdad. Que más seres existiran? Mientras me hago preguntas a mí misma caigo en un profundo sueño.
" Me encuentro sentada en un un trono, estoy en lo que parece ser un castillo medieval. Llevo puesto un vestido n***o de seda y gasa. Es bonito, sobre mi cabeza hay una corona pero no es una corona normal está hecha de obsidiana con incrustaciones de ágatas, turmalinas y zafiros.
En el dedo corazón de mi mano derecha llevo un anillo con una gran Zafiro n***o.
Hombres y mujeres comienzan a pasar al llegar a escasos metros de mi se arrodillan y bajan su cabeza.
Una voz que proviene del final de sala rebota en las paredes.
" Bienvenida mi reina "
Despierto de mi sueño empapada en sudor, parecía tan real. Querrá decir algo? digo para mí.
Veo el gran libro en mi escritorio, cierro mis ojos y los vuelvo a abrir. Esperando que lo que me contaron anoche también fuera parte de un sueño pero no es así.
Me desperezó voy al baño. Hago mis necesidades y me aseo. Cuando estoy lista agarro mi libro y bajo a desayunar.
Veo como mamá y papá están muy ocupados embalando y guardando nuestras cosas en cajas.
Término el desayuno, subo a mí habitación, me tiro sobre la cama, sostengo mi libro. Y comienzo a ojearlo
Capítulo 1.Tipos de seres sobrenaturales.
Todavía no me lo puedo creer, hay vampiros, hombres lobo, brujos, demonios, hadas, duendes, trolls, sirenas,centauros....
Todo lo que yo creía que eran mitos o meras leyendas han resultado ser ciertas.
Hay demasiada información en mi cabeza estoy empezando a sentir miedo. Cierro el libro y dejo para más tarde el capítulo dos.
Bajo al piso de abajo, quiero ayudar pero mis padres no me dejan argumentan que estoy convaleciente.
- Puedo por lo menos salir a pasear. Pregunto tímidamente.
- Esta bien pero no te alejes y no tardes demasiado. Dice mamá con la cara fruncida.
Mientras paseo me doy cuenta de como me mira la gente. Si no fuera por todo lo que descubrí ayer ni siquiera me habría dado cuenta de que me miraban.
La verdad es que me siento incómoda mejor si me voy al parque digo para mí,voy hacia mi banco habitual y me siento subo mis piernas y las cruzo.
Cierro mi ojos un momento un bicho ha decidido estrellarse contra mi. Cuando los abro de nuevo me hallo otra vez en el castillo esta vez me encuentro de pie junto a un gran ventanal. Hay alguien detrás de mí, parece estar enfadado me dirige una mirada acusatoria mientras me señala con un dedo.
- Tú no deberías ser la reina, yo debería ser el rey.
Es la misma voz que escuche en el sueño.
Cierro y abro otra vez mis ojos otra vez sigo sentada en el mismo banco. Miró el reloj y solo han pasado cinco minutos desde que llegué. Me levanto y me voy algo raro está pasando. Ayer todo me pareció un sueño pero hoy ya no lo tengo tan claro. Me dirijo a casa necesito hablar con mamá.
- Estás teniendo visiones, pero no del futuro sino del pasado. Probablemente estas ligada a esa mujer. En cuanto nos establezcamos en el nuevo pueblo haremos una investigación exhaustiva. Termina diciendo mamá.
- Nos vamos al amanecer, dice papá mientras cierra la puerta.
Por su aspecto algo anda mal.
- Qué pasa mi amor? Dice mamá acercándose a él.
Están planeando algo. No respetaron el trato quieren eliminar a Amalia, la ven como una amenaza.
- Malditos dice mi madre mientras comienza a llorar.
- Está bien mamá, voy a recoger todo lo que sea importante y nos podemos marchar.
La noche paso, empieza a despuntar el sol en el horizonte, vuelvo mi cabeza atrás y echo un último vistazo al pueblo que me vio nacer. Hasta nunca digo para mí.
Espero que nuestro nuevo hogar sea mejor que este.
Ojalá la gente no te juzgue sin conocerte digo para mí.