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—Te dije que me había tomado la molestia de arreglar el funeral de tus padres y ver que descansaran en un buen lugar—explico con cierto aire de melancolía, me pregunte que clase de historia estaba enterrada en su memoria y si no solo era yo quien tenía un nudo en la garganta amenazando con salir. —No sé como pagarle tanta amabilidad, Capitán Collins. —No busco su reconocimiento, señorita, le estoy pagando a un viejo amigo por ayudarme en el pasado. —¿Qué fue lo que hizo mi padre por usted, si no es una molestia preguntarle? —Que no hizo por mí— dijo con cierto aire de culpabilidad— yo fui muy tonto e imprudente en mi juventud y durante un tiempo fui una carga muy pasada para mis padres, sin embargo, un día conocí a un hombre, él era inteligente, astuto y hasta cierto punto controlador,