Me dio un beso en el cuello, luego me ayudó a quitarme mi blusa, se acercó a mis pechos, y por encima de mi sostén mordió suavemente mis pezones y eso hizo que me estremeciera y soltara un gemido. —Shh—sonrió el muy canalla—No puedes hacer ruidos Alycia, si no me tendré que verme con tu hermano y no quieres que lo deje mal ¿Verdad? —Negué con la cabeza—Así que silencio o tendré que ver qué hago con esa boca. Y me vino el recuerdo de Paula y sentí la necesidad de querer matarlo. —¿Eso es lo qué haces? —susurra furiosa—Le metes tu polla a todas en la boca para callarlas. Estaba llena de ira, no podía controlarla y no solo eso, sino que me ardía la sangre. Christopher puso los ojos como platos, pero se recuperó muy rápido sustituyéndolos con una mirada furiosa. —Cállate y no vuelvas a d