13

1330 Words
Te Extrañé Después de cumplir todo su horario. Yaina estuvo trabajando en la Torre de Magia hasta que llegó la hora de dormir por lo que regresó justo a tiempo para bañarse y ponerse el camisón cuando Kairon entró en la habitación con varios documentos en las manos. - ¿Todo bien? - le preguntó mientras cepillaba su cabello sentada frente al tocador. - Si. - le dijo Kairon dejando los documentos en la mesa de noche - Siento venir con trabajo a la cama, pero si no los traía, Torne me habría dejado toda la noche firmando... - Trata de no acostumbrarte. - le pidió la joven - Este es nuestro espacio de pareja...Tu mismo lo dijiste... - Solo será esta vez. - le dijo acercándose a ella con los ojos brillando para besar su cuello descubierto por el movimiento del cepillado - Pensé todo el día en estar así contigo, pero los documentos no paraban de llegar. Por el momento, prefiero revisarlos personalmente hasta que pueda tener una idea más completa del funcionamiento administrativo. Una vez que la tenga, podré hacer los ajustes y nombramientos en propiedad...Iré a bañarme y te acompañaré. La joven lo vio entrar en el baño y, tras unos minutos en los que ella tardó en acostarse en la cama, su esposo salió con una larga bata y el cabello mojado el que secaba con una toalla. - Escuché comentarios sobre el zarcillo de Arak - le dijo acostándose a su lado antes de tomar los documentos para leerlos. - No esperaba que hubiese tal reacción - reconoció su esposa acomodándose a su costado - Es uno muy pequeño en comparación al que usa Jaim, aunque tiene el mismo estilo. Incluso el grabado del hechizo casi no se ve. - Los magos no son comunes en Yamain - aclaró Kairon mirándola - Vas a tener que enseñarles... - No puedo usar mi magia con tanta libertad - se quejó Yaina despacio - Necesito ir a la Torre a canalizar los atributos... - Marcus me dijo que tu agenda está apretada... - Claro, gracias a él..., pero puedo ir en mis tiempos libres. El taller y los diseños siguen en marcha. - Sé que no dejas de pensar en nuevas herramientas mágicas, princesa, pero también eres la Compañera del León. - No he descuidado mis deberes. He estado trabajando tan duro como tú - se defendió molesta - Cal y tú están en el despacho todo el día y no voy a dejar mi trabajo en la Torre para esperarte como una esposa llena de hijos cuando termines de trabajar. Me conociste como la Maestra de Magia. - No he dicho eso, princesa... - contestó Kairon afectado por su actitud - Sólo lo mencioné para que tengas presente que tu agenda como Emperatriz estará recargada al principio ya que querrán conocerte y acercarse a ti, para bien o para mal. - Lo único que escucho todo el día son esas rígidas etiquetas para convivir con el Emperador y que ya estoy atrasada en concebir al príncipe ya que hemos vivido juntos por diez meses y tres semanas... - ¿Llevas el tiempo? - preguntó sorprendido con una ceja alzada. - Yo no, la gente del palacio si y no dudan en recordarlo cada cinco minutos. - Hablaré con Marcus... - ¡No! - exclamó Yaina con rapidez - Puedo manejarlo yo misma. “Si lo haces, me entregará más asignaciones y necesito trabajar en la Torre”, pensó en silencio. - De acuerdo, pero debes avisarnos a Cal o mi si esto continúa. Yo también tengo parte en ese tema. Sigo tomando los anticonceptivos hasta que ambos estemos listos... - ¿Marcus lo sabe? - No - le dijo firme - Los manejo personalmente y Don se encarga de comprarlos fuera de Yamain. - ¿Tú y Cal están bien con eso? - le preguntó con cuidado. - Ambos queremos cachorros, pero sabemos que no es el momento. Mi trabajo es mucho en esta primera fase y ambos queremos acompañarte debido a que Ducalyon no pudo acompañarte antes... Un sentimiento de soledad recorrió a Yaina y Kairon lo percibió a través de la conexión. - ¿Tienes recuerdos de esa vida? - le preguntó con temor y no advirtió que sus ojos brillaban mostrando al León en la superficie. - No... - dijo su esposa con honestidad a ambos - Solo emociones y sentimientos con ciertos temas como el sentirme sola cuando mencionaste que Cal no me acompañó cuando estuve embarazada de sus hijos....A veces resueno con las emociones de Cal cuando usa tu cuerpo para hablar...Tal como le dije a ustedes en su momento, una parte de mí lo ama como el compañero de Esthla y el resto te ama como el esposo y compañero de Yaina... Sé que es extraño, pero estoy en paz con eso y espero que ustedes estén dispuestos a aceptar mi amor de esa manera. - Ambos te amamos. - dijo Kairon con los ojos brillando intensamente - Eres nuestra compañera antes y ahora... Nunca dudes de eso. No hablo sólo por mí, el león piensa lo mismo. Concebirás a nuestro cachorro cuando estés lista y te esperaremos... - ¿Aunque no sea lo que quiere la corte? - Soy el Emperador y es el cuerpo de mi esposa - le dijo sonriendo divertido - Yo digo cuando, no ellos. - ¿Los anticonceptivos que tomas son 100% efectivos? - Si, la única forma en que fallaran sería que el León y yo quisiéramos embarazarte al mismo tiempo. Un anticonceptivo humano no podría contra el deseo del espíritu y el contratista combinados. Además, hay un refuerzo con la magia de Bóreas fluyendo por tu cuerpo. Padre dijo que sería difícil concebir. El León y yo lo hemos discutido y tu magia es más fuerte que nunca por lo que no es posible que te embaraces. Estamos juntos en esto y reconozco que queremos tenerte sólo para los dos por un tiempo más. Kairon apoyó los documentos en la mesa de noche para luego girarse hacia ella e inclinarse para besarla rodeándola con los brazos y se rio cuando Yaina descubrió que no llevaba nada bajo la bata - ¿Ya estabas pensando en esto antes? - le preguntó dejándose acariciar. - Te dije que lo había estado pensando todo el día - confesó sacándose la bata para quedar desnudo a su lado- El león también está muy impaciente. - ¿Cal? - Me estoy conteniendo hace rato porque Kairon debía trabajar, gatita - dijo el león desabrochando la cinta del camisón - De lo contrario te habría tomado en cuanto entramos a la habitación y vimos tu cuello...Sabes que tengo debilidad por esa parte y por otras también. El león comenzó a acariciar a Yaina por debajo de la fina tela del camisón mientras mordía sus pezones cubiertos por la ropa haciéndola gemir y arquear la espalda. - Hey... - les dijo a ambos con los ojos brillando por la magia de hielo debido a la intensidad de sus emociones. - ¿Tu cuerpo nos ha extrañado? Tu magia... - le preguntó Kairon indicando sus ojos en tanto le sacaba el camisón y lo arrojaba en algún lugar. - Si... - dijo la joven buscando su calor. - Buena chica...- dijo Ducalyon metiendo dos dedos en su pasaje estimulándola - Te mojas muy rápido. - Cal... - Te haremos sentir bien... - aseguró con una sonrisa oscurecida por el deseo antes de cubrirla con su cuerpo - Nuestra hermosa compañera... - Nuestra - gruñó Kairon cuando la penetró siseando de placer. Cómo adoraba estar dentro de ella en esos momentos y cuando lo mentalizó, Ducalyon no pudo estar más de acuerdo. Ambos comenzaron a embestirla por turnos atendiéndola con caricias, besos y mordiscos. A medida que la noche transcurría, ninguna parte del cuerpo de su esposa quedó sin atención demostrándole todo lo que había imaginado durante el día.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD