Paula al ver a Emily actuando un poco extraño se preguntó qué estaba pasando entre ellos, Adam iba a salir, tenía que ir a ver un lugar en el que estaría realizando su próxima sesión fotográfica, después de que se fuera Paula se acercó a Emily y le preguntó.
_ ¿Qué te pasa?
_ Nada.
_ Hace mucho que soy tú amiga, te conozco demasiado bien, sé que te pasa algo, ¿dime qué es?
_ Te he dicho que no es nada.
Paula tomó su móvil y dijo.
_ Entonces debería llamar a Adam y preguntarle qué ha pasado.
Emily le arrebató el móvil, se movió tan rápido que casi se cae de su silla, Paula le dijo.
_ Para no pasar nada actúas de manera extraña, ¿Canta o cuando venga Adam le preguntaré a él?
Emily dudó un momento si contarle a su amiga o no lo que había pasado con Adam, Paula le dijo.
_ Emi, ¿Qué demonios ha pasado para que dudes tanto si contarme o no?
Emily suspiró profundamente y comenzó a hablar.
_ El viernes me enteré de que Fabián tendrá otro hijo.
_ ¿Aún sigues sufriendo por ese imbécil?
_ No exactamente, me sentí molesta por la manera en la que lo pregono, ese día había quedado con Adam para ver una película, estaba tan frustrada y molesta que termine desahogándome con Adam.
_ ¿Y?
_ Al final fuimos a mi casa y nos emborrachamos.
Emily se quedó en silencio unos minutos.
_ ¿Qué más pasó?, Hiciste algo vergonzoso frente a Adam como tirarte encima de él.
Dijo Paula mientras se reía; Emily no negó ese hecho
_ ¿En verdad hiciste eso?
_ En mi defensa estaba muy borracha y Adam está demasiado bueno.
_ ¡Eres increíble!, Recuérdame que no te deje beber otra vez.
Emily movió sus manos nerviosamente y le dijo.
_ Terminé teniendo sexo con Adam.
_ ¡¿Qué?!
_ Los dos estábamos borrachos, le rogué que tuviéramos sexo y al final termine atacándolo, él no pudo resistencia y al final tuvimos sexo.
Emily se sonrojo, cubrió su rostro con ambas manos y le dijo.
_ Fue el mejor sexo de mi vida, fue tan bueno que de solo verlo recuerdo todo los que me hizo y mi cuerpo tiembla.
Paula se quedó sin palabras y se quedó mirando a su amiga sin poder creer lo que había hecho, en ese momento ella entendió por qué había dudado tanto en contarle por qué estaba actuando extraño, al final Paula le dijo.
_ ¿Creí que Adam era gay?
_ Pues para serlo es un increíble amante, mi madre, desearía ser hombre para volver a tirarmelo.
_ Estás loca Emi.
_ No me lo recuerdes, eso ya lo sé.
_ ¿Y qué dice Adam de todo esto?
_ Nada, ha hecho como si no hubiera pasado nada, actúa como siempre.
Paula sacó un paquete de galletas de uno de los cajones de su escritorio y comenzó a comer, Emily le dijo.
_ Creí que estabas a dieta.
_ Y lo estaba, pero necesito algo para digerir lo que me estás contando.
_ Ahora vez por qué estoy actuando así, aunque Adam actúa como si nada hubiera pasado yo no puedo hacer lo mismo, tu sabes que yo siempre he sentido algo por él y es que en verdad es perfecto en todos los sentidos, está bien dotado y en la cama.
Emily se mordió el labio y le dijo.
_ Es tan bueno que ni siquiera lo puedo expresar con palabras.
_ Adam nunca podrá ser tuyo Emi, por favor no te hagas ilusiones con él, si Adam ha hecho como si nada hubiera pasado es por qué prefiere olvidarse de lo que pasó, no quiero verte con el corazón roto por hacerte falsas ilusiones con Adam.
Aunque esa noche había sido increíble para Emily quizás no lo había sido para Adam, ella no se había puesto a pensar en eso hasta que Paula se lo había mencionado, ella puso una expresión de tristeza y le dijo.
_ Eso ya lo sé, fue una noche maravillosa que nunca olvidaré, pero se que no se volverá a repetir, que él sueño acabó al despertar al día siguiente, eso lo tengo muy presente.
Paula abrazó a su amiga y le dijo.
_ Anímate, estoy segura que algún día aparecerá un hombre increíble en tu vida que hará que te olvides de Adam por completo.
Emily se llevaba repitiendo esas mismas palabras más de diez años, pero por alguna extraña razón no podía olvidarlo, aún cuando se había casado y se había enamorado de su esposo, en su corazón siempre había quedado un pequeño sentimiento de amor hacia Adam que a pesar del tiempo no se desvanecía.
Espero algún día olvidarme de tí. Pensó Emily.
Los días fueron pasando, al principio Emily se sentía incómoda de estar a solas con Adam ya que cada vez que lo veía, los recuerdos de aquella noche embargaban su mente, cada vez que él se acercaba a ella y sentia su aroma, ella deseaba abrazarlo, cada vez que él le daba un beso de despedida en la mejilla, ella se vio tentada a girar su rostro y buscar su boca, besarlo y pedirle un beso mas, una noche mas, una vida juntos.
Pero luego recordaba que su amigo era gay, recordaba las palabras de Paula diciéndole que aunque para ella había sido una noche maravillosa quizás para Adam no había sido a si, que por eso él fingía que aquella noche en la que ella había sido su mujer y había dormido entre sus brazos nunca había pasado.
_ Solo es tu amigo.
Se repetía Emily cada mañana cuando inconscientemente lo buscaba a su lado deseando que él estuviera ahí.
_ Solo es tu amigo.
Se repetía cada mañana al inicio de la jornada laboral.
_ Solo es tu amigo.
Volvía a repetirse durante los fines de semana cuando estaba sola y quería llamarlo para ver una película junto a él, deseando que ambos terminaran en la habitación, desnudos, piel contra piel.
Durante dos meses esas palabras estuvieron constantemente en su boca hasta que poco a poco fue asimilando que Adam solo era su amigo, y que siempre sería de esa manera, que ellos solo podían ser amigos y nada más.