Esa noche Adam se quedó con Emily ya que se negó a separarse de ella. Al día siguiente cuando Emily se despertó asintió unas grandes manos que acariciaban su vientre, ella abrió sus ojos todavía pesados por el sueño y al ver a Adam sintió que todo aquello era como un hermoso sueño él abrir sus ojos y ver al hombre que amaba y que la amaba.
_ Lo siento no quería despertarte.
Dijo Adam con una hermosa sonrisa, aún cuando tenía unos cuantos moretones seguía viéndose maravilloso.
Por qué su sonrisa tiene que ser tan brillante desde tan temprano, se preguntó Emily.
_ ¿Qué hora es?
_ Son las 7, puedes volver a dormir si quieres.
Emily recordó que era martes y que debía ir a trabajar y le dijo.
_ Tú deberías levantarte, debes ir al estudio.
_ Hoy no iré, llamaré a Paula para de
