Vestida de blanco

15 de agosto

La tristeza que Harry sentía era visible. Su mente se abatía cada vez que recordaba lo que estaba por hacer. Caminaba de un lugar a otro buscando tranquilidad en cada paso. Organizó con sigilo cada ramo de peonías. Comprobó que cada vela estuviera encendida, por último se cercioró de tener el ramo de calas. No era fácil preparar los arreglos fúnebres de Dina, quien falleció en un accidente vehicular dos días antes de su matrimonio. Miraba el lugar de todos los ángulo, y era inevitable el no recordar cuando entraron juntos para preguntar el alquiler.

Se paró frente a la foto de amplias dimensiones de la fallecida y se reflejo en ella. Se vio a sí mismo vistiendo un traje levita azul rey y recordó lo que él dijo aquel día, al igual que distinguió su corbata tonalidad azul cielo y lloró al recordar los detalles del vestido que tanto quiso ver, y lo vio cuando vistió a su novia con él.

(…)

Axel se ofreció en buscar el auto fúnebre. Sus ojos sólo se desviaban del camino cuando inevitablemente miraba por el retrovisor la caja donde yacía el cuerpo sin vida de su hermana. Sus ojos derraman lágrimas involuntarias cada vez que recordaba los momentos vividos con Dina. Recordaba momentos gratos como cuando se volvían cómplices para robar los dulces que su mamá guardaba y recordaba momentos ásperos como una discusión por algún tema insignificante. Continuó el camino hasta el salón donde se haría el velorio, todo el trayecto fue nostálgico en silencio total.

Después de las palabras dedicadas por el sacerdote. Amigos y familiares se acercaron al palco para dedicar unas palabras. La última en compartir anécdotas con su amiga fue Amelia. Cuando ella se sentó fue el turno de Harry. Le temblaban las piernas, suspiraba pesarosamente y llegó al palco cabizbajo, ignorando el ataúd. Aclaró su garganta y empezó.

-Dina, hoy no puedo evitar el recordar toda mi vida contigo. Recuerdo todos los sueños que conseguí a tu lado, todos los sueños que te ayude a lograr, y todos los sueños que conseguimos en común. Nos recuerdo paseando por la ciudad. Disfruté cada segundo contigo. Quisiera regresar a la primera vez que te dije “Te amo” y nos besamos hasta quedarnos sin aliento y volver a imaginar nuestro futuro. Quisiera volver al pasado y estar contigo.

Descansa en paz, Dina.-

Cuando bajó de la tarima vio a su novia de pie con el anillo en la mano. Desencadenó las lágrimas que evitó derramar al leer la dedicatoria. Dominado por el sentimiento nostálgico, no tuvo fuerzas de articular palabras, y movió la cabeza repetitivamente en señal de negación. Ya estando cerca de ella la besó y Harry selló el momento poniéndole el ramo de las entre las mano.