Coral agradeció el hecho de que tanto sus padres como su hermana menor aún no se habían levantado para verla llegar, no tenía deseos de enfrentarse al interrogatorio de su madre. No obstante, dio un salto cuando chocó contra su hermano mayor.
— ¡Hombre del carajo! Me asuté contigo. ¿Qué tú hace aquí?
— Bueno día a ti también. Yo vivo aquí también... Vi que acabate de llegá, y también oí arrancá la yipeta en la que andaba Vladi anoche... ¿Cogieron pa una cabaña? — Preguntó Gilberto de lo más descarado y sin dejar la expresión estoica con la que le hablaba a su hermana.
— Tú no ere mi papá pa ta averiguando, ademá, si fue así, ¿Me va a chivatiá o tú mimo me va da una pela? — Reclamó Coral quien estaba bebiendo agua cuando escuchó la pregunta que le hizo su hermano, dejando caer par de g
