Durante el fin de semana luego de nacer Sebastián, Coral le había comentado a Vladimir sobre lo que estaba pasando en la empresa de su familia, a lo que él la escuchó atentamente, ya que necesitaba seguir recabando datos, y por lo que a él le parecía, en aquella compañía las cosas estaban volteándose en contra del dueño, uno que había estafado a mucha gente, así lo decían los movimientos que aquel futuro abogado poseía en sus manos.
Por otro lado, estaban corriendo los rumores entre los que estaban inmersos en la vida inmobiliaria, tanto compradores como el mercado en general, que la construcción de residenciales y plazas comerciales en gran escala no era más que una forma de negocio para, por medio de ello, tapar una mafia y lavado de activos.
Vladimir estaba trabajando arduamente en
