Capítulo 21 Carla Garibaldi, una vez recuperada la salud, quiso recuperar la atención de los lectores por los delitos del Monstruo (y también, pensé maliciosamente, para ella misma): Al saber por mí acerca del exbrigadista Rigoletti, que en su momento trabajó en la sociedad Corona maltratando a los dueños, se ocupó de este personaje y yo, pensándolo más, supuse después que también quiso reavivar la aversión de los lectores por la persona, hasta el momento en la sombra, de su empleador maltratado. El domicilio de Ruggero Rigoletti se mantenía en secreto por las fuerzas del orden, debido a la ley de privacidad y seguramente también para no arriesgarse a que algún terrorista impenitente pudiera vengarse de él por su oportuno arrepentimiento. Pero Carla supo por Vittorio, siempre a través de