Capítulo 20 Pasó otro mes y el Monstruo no dio señales de vida. Debido al delito anómalo de Rodrigues, el fiscal Trentinotti, hombre meticuloso y prudente según todos, todavía no había decidido firmar la orden de detención contra Corona que se encontraba sobre su mesa, a pesar de que la agresión a Carla pudiera hacer pensar en un castigo por las insinuaciones que esta había lanzado desde el periódico contra el arquitecto. El fiscal, como se había filtrado al tribunal, habiendo hablado a su vez con Corona, le juzgó persona muy inteligente y no consideraba demasiado verosímil, por tanto que se hubiera arriesgado a autoacusarse para conseguir una venganza visceral sobre mi colega. La investigación estaba estancada, cuando apareció una novedad en el caso Rodrigues. El teniente de carabiner