Capítulo 23 Como había contado y expuesto Carla a sus lectores, no solo se había encontrado efectivamente una máquina de escribir portátil Lettera 22, dentro de su propia funda, sobre la mesa de la cocina del apartamento de Corona, sino que, según los peritos calígrafos de la Policía Científica, su cinta era precisamente la misma con la que se habían escrito carta y memorial y, además, los caracteres de la máquina se correspondían. Ni sobre la misma ni sobre su funda se encontraron huellas digitales. Pero los agentes encontraron un par de guantes ligeros de algodón en el único cajón de la mesa sobre la que estaban la Lettera 22 y su funda. Sordi convocó en su despacho a don Giulio Colamonti, no solo para pedirle que repitiera, para redactar su testimonio, lo que había declarado al fiscal