Capítulo 16
En la noche precedente a la salida de la imprenta de la entrevista, un nuevo homicidio, llevado a cabo según el forense entre las 2:00 y las 4:00 y del que, por tanto, los periódicos solo pudieron informar al día siguiente, había hecho que mi colega tuviera que volver a barajar: a despecho de la tesis culpabilizadora de Carla contra Corona, el nuevo delito presentaba aspectos peculiares que no implicaban al arquitecto. El difunto era un travesti brasileño que vendía sus servicios en la zona Pellerina, un viado15 de 35 años conocido por la brigada de las Buenas Costumbres con el apodo de Pescadoro, un tal Agostinho Rodrigues para el registro civil de São Paulo. Por tanto, el asesinado no había sido colega de trabajo de las otras cinco víctimas y tampoco conocía a Corona, salvo
