Exequiel. Me desperté a las seis de la mañana, aunque quería salir corriendo a buscarla me tomé el tiempo de bañarme, afeitarme y ponerme ropa limpia, me perfumo ya que recuerdo que me dijo que tenía olor así que no quiero que me vuelva a ver en ese estado, ella que siempre cuidaba que mi ropa este limpia y oliendo bien, que tenga siempre perfume y desodorante, debe haber sido duro verme así, todo sucio y asqueroso. Voy al café para decirle que si, acepto hablar, y que necesito hacerlo con locura para ver si me da una oportunidad de enmendar lo que pasó y debo aclararle mis sentimientos, que no estoy con ella por sexo o cualquier estupidez que le halla dicho, sino que me enamoró mucho antes de siquiera darle un beso. En el café me atiende una compañera pero no dejo de mirarla, estoy en