Finalmente, llego el día de la audiencia. Ese día decidí llevar un vestido rojo, ajustado a mi delgada figura, zapatillas altas y un maquillaje provocador, todo con el fin de celebrar y despedirme de una vez por todas de esa odiosa familia, la familia Sallow.
Por supuesto, cuando llegue al edificio, trate de buscar rostros conocidos, como por ejemplo, la madre de Arthur, la misma que me había incitado a engañar a mi esposo par salvarlo y con él a su fortuna.
Una vez en el ascensor, sentí miradas sobre mí, algunas qué me juzgaban y otras que simplemente me contemplaban, me sentí de la misma forma como cuando modelaba, en ese entonces no me parecía algo propio de mí, pero el dinero que ganaba era más de lo que yo había necesitado alguna vez.
Solo en ese momento, en que mi carrera estaba
