—¿Entonces esa mujer ahora es la dueña de todo?—me señalaron de forma despectiva, como si fuera una vil ladrona qué les había quitado todo de la noche a la mañana. —En pocas palabras si—respondió Michael levantándo la voz, solo que la forma en como lo hizo me recordó mucho a Arthur y ciertos modos en que él se comportaba—Arthur se la entrego para deslindarse de todos los problemas internos qué dejo, típico de él. Frunci el ceño al escuchar a Michael, puesto que él no conocía a la perfección como yo a Arthur, eso quise creer. —¡Silencio! —escuche decir al juez, quien harto de todo el escándalo, simplemente tomo un mazo de madera y lo golpeó contra la mesa—se cierra la sesión. No habrá una nueva audiencia hasta que resuelvan qué la heredera este dispuesta a continuar con el arreglo qué l