El martes por la mañana salí de la ducha, y vi con disgusto como todo el piso estaba lleno de agua ¿Pero cómo no iba a estarlo? Si no había cortina, de la linda cortina de girasoles que compré unos meses antes sólo quedaban unos pocos jirones que aún estaban atados por los aros, y la única parte que logró salir ilesa, estaba completamente arruinada, con todos los bordes irregulares, endurecidos y oscuros por las quemaduras. Mientras tomaba el trapeador pensaba en la planta del salón, y supuse que si volvió cenizas la planta... Era de esperarse que Deck no tuviera ningún problema en derretir una cortina plástica. Después de todos los incidentes del día anterior entendí por qué La Muerte me preguntó por las plantas de mi casa, y podía entender perfectamente por qué era peligroso que tuviera