Bajé corriendo las escaleras y llegué a la puerta justo en el momento en que un auto azul eléctrico se estacionó en la calle, con las ventanillas abajo y música de moda... O eso supuse, yo no estaba muy en la onda que digamos, Derek iba al volante, me dio una exagerada mirada de apreciación masculina, de arriba abajo y sonrió. – ¡Woah! ¿Te doy una vuelta preciosa? – me preguntó con una graciosa voz de seductor, o eso creía él. Y desde la parte trasera del auto escuché silbidos – Aunque te advierto que si dices que sí tendrás que ir en la maleta del auto porque aquí atrás no hay más espacio – dijo mientras hacia un gesto con la mano y sonreía. Lizzie se bajó del asiento delantero y rodeó el auto corriendo para dirigirse hacia mí con una gran sonrisa, ella llevaba unos jeans rojos y una bl