Caminamos en silencio hasta llegar al aula, entramos y él dejó su morral sobre una de las mesas y me giró hacia mí. – Voy a cambiarme, vuelvo enseguida – comentó sacando unas llaves del bolso, asentí y le sonreí en silencio. En cuanto cruzó la puerta Deck y Nolan aparecieron sobre la mesa y se me acercaron. – Esta es tu oportunidad niña – dijo Nolan sonriéndome animado, yo fruncí el ceño. – ¿Mi oportunidad de qué? – Pues de empezar algo con él tontita – me respondió agitando sus manos, como si fuese la cosa más obvia del mundo – Es una de las tareas de la lista y... ¿Por qué no aprovecharlo ahora que ya lo conoces? – se encogió de hombros. Entonces Deck apretó los labios con disgusto y tocó repetidamente el hombro de Nolan con el dedo. – ¡Hey! ¿Cuándo se supone que comenzaremos con mi