Amargura

1714 Words
La camilla hacia retumbar las puerta al abriese corriendo por el pasillo a toda prisa con doctores y enfermeros alado... Era el mejor hospital de la cuidad y el más cercano del incidente. -¡A cirugía!- ordena gritando el doctor. -Sr.tomás Sr.Tomás!!- digo en un grito afligido tratando de que despertara y me escuchara mientras iba corriendo a su lado. Pero me retuvieron en la puerta donde decía "Quirófano. Prohibido pasar" -Aguardar aquí por favor - nos dice una enfermera cerrando la puerta que tenía una pequeña ventanilla a la altura del hombro; donde mire desesperada y acongojado. -Esteban- súplica mi alma en busca de consuelo -Tranquila- me dice acercándose a rodearme con sus brazos mientras yo hechaba a llorar desconsolada. Tenía el corazón doliente. Apenas podía procesar todo lo ocurrido, seguía temblando todo mi cuerpo con sosollos estremecedoras. Nos sentamos en las pequeñas sillas colocadas a cada lado de la pared. Esteban de un lado y yo del otro con la cabeza agachado pidiendo a Dios piedad y misericordia. Los minutos parecían horas... -Esteban...- digo con voz baja- él estará bien no?- mis lágrimas seguían empapados en la mejilla- es un hombre fuerte- lloró. No recibí respuesta de Esteban; sólo me miraba angustiado tratando de tragar su dolor y preocupación. - No puedo entenderlo. Por que alguien le harían algo asi? Es un hombre bueno y amable...- preguntandome a mi misma, no podía siquiera amortiguar bien las palabras. -Todo es mi culpa- dice Esteban negando varias veces con la cabeza y al mirarlo podía ver lágrimas en sus ojos que detenía con fuerza- Era mi trabajo... Debí haber estado más pendiente... No debí permitir... Debí haberle insistido más para no exponerse después de las amenazas. -Amenazas?- digo sin darme cuenta, confundida. Él sólo me mira y agacha la cabeza abatido. No podía decirme más pues seguro su discreción profesional no lo permitía. Apretaba mis dedos fuertemente manchados por la sangre del Sr.Tomás orando en mí interior. De pronto se escucha un estruendoso ruido. Era Arián caminando apresurado por el pasillo casi corriendo con la chaqueta volando desabotonado y atrás de él como 6 hombres... Parecía un huracán acercándose! Su rostro mostraba rabia con las venas salidas y manchado con sangre. Sus ojos parecían de un demonio saliendo del infierno. Los puños cerrados como fierros buscando algo que romper. Nos levantamos apresurado con Esteban al verlo. -¿¡Donde esta?!- grita roncando antes de llegar sin parar sus pasos y sin importarle que estaba en un hospital. -Esta en cirugía señor!- le responde Esteban sin temblarle la voz mientras yo deje de respirar haciéndome más pequeña hacía una pared. Inmediatamente empuja la puerta para abrirlo pero es retenido por Esteban y los demás hombres que parecía no era rival para él ya que los apartaba con fuerza. -¡¡Sueltenme!! -¡No pierda la cabeza señor Arián! Los doctores saldrán ense... - ¡¡Que me suelte les ordenó!!- su garganta parecía estallar. - ¡Por favor señor!- le dice un hombre mayor que él resto sujetando su pecho para detenerlo, con la mirada fija. No conocía a este guarda espalda; seguro era de Arián. Él lo mira resoplando por la boca como un toro enfurecido. Su pecho se elevaban y bajan rápido por su respiración apresurado. Yo estaba tan asustada que sólo seguía llorando como una niña miedoso. Entonces se habré la puerta; sale el doctor guardando en su bolsillo lo que parecía unis guantes y retira su tapabocas... -¡Doctor!- se apresura a decir Arián. Le soltaron los hombres entonces.- Mi Padre ¿Cómo está?- sus ojos azul oscuro parecía querer salir de su órbita. - Lo sentimos mucho- un frío helado recorre todo mi cuerpo- su padre sufrió una hemorragia fatal debido a los impactos de bala llevándolo a un paro cardíaco fulminante que fue imposible reanimarlo. Su padre ah muerto.- dice provocando un silencio sosiego. Ah muerto... ah muerto.. hace ecos en mí mente esas últimas palabras del doctor. Fuí la primera en llorar amargamente deslizando mi espalda contra la pared hasta poner mi rostro a la altura de mis rodillas y tapar con mis manos temblorosas. El dolor en mí pecho era indescriptible. ¿Por qué? ¿Por qué mi Dios? ¿Por qué así? Me preguntaba por dentro adolorido. No merecía morir y menos así de una forma tan horrible. Sin haberse siquiera despedido de su familia... Escucho a Arián reprochar al doctor hechado maldiciones tras otras. ¡Gritaba de dolor eh impotencia! Tirando golpes y patadas a todo su alrededor.. pero esta vez no lo detuvieron. Pues sabían que era embano, nesecitaba descargar toda esa Amargura. -¡¡Padre!! ¡¡Los mataré!! ¡¡Los mataré con mis propias manos lo juro!!- eran unas de las cosas que decía. Parecía que iba a destruir todo el pasillo. Entonces llega corriendo su hermana Ana con su Marido y otras personas detrás que eran primos de la familia. Al ver a su hermano con el rostro desfigurado de la tristeza sabía lo que había pasado y corre a abrazarlo llorando juntos hasta quedar arrodillado en el piso. Ana parecía su hermanita menor frente al formidable cuerpo de su hermano que lo abrazaba con toda su fuerza. Lo que paso después se vuelve borroso en mí mente... No se ni cuál de los guardaespalda me trajo a casa. Sólo recuerdo haber llegado y mirarme al espejo manchada de la sangre del Sr.Tomás... ¡Oh Sr.Tomás! lloró de nuevo. Me doy una ducha larga y adormecida. Y me tumbo en la cama acurrucado hasta no poder más y quedando dormida llorando amargamente... °°°°°° El entierro fue bajo una gran cantidad de lluvia y gente. El cielo oscuro combina con nuestro luto. Con los ojos rojos despedimos al gran hombre que fue en vida. Me animo en decir que fue un ejemplo de jefe infalible, diligente y cumplidor. Con un gran corazón y amabilidad hacia todos. Sin duda dejaba huellas en cada persona que lo conocía, en especial en mí que depósito su confianza y amistad a mí persona. Los días siguientes fueron amargas y tristes. En la empresa no sabríamos que iba a pasar la ahora. El dueño había fallecido... más bien asesinado. Se abrió un caso y la policía nos interrogó a todos y a Rolando y a mí varias veces esa semana. Recordar lo ocurrido era clavar más profundo la daga en mí corazón, pero dije absolutamente todo lo que sabía; que era Nada realmente. Nunca supe de ninguna amenaza, más que tenía varias competencia de otras empresas. Todos nos preguntábamos quien habría sido el responsable. Quien fuera espero que la justicia lo encuentre y pague por su hecho. °°°°°°° A 7 días de lo ocurrido se convocó una reunión. Se iba a leer el Testamento del Sr.Tomás. Sabríamos que pasaría con la empresa y quienes iban a ser los encargados desde ahora. -El hijo menor ahora será nuestro jefe. ¡Pobre de nosotros!- salió a decir una de las compañeras. - Si. Esperemos y no nos despida- le respondió otra suspirando. -Despedirnos?- dije yo sorprendida. - Si ahora cuando se lea el testamento más que seguro que será el nuevo dueño y podrá hacer lo que quiera con la empresa. Con lo irritado que es mejor nos cuidemos. -No puede despedirnos así como así- dije con voz preocupada. Apenas y había comenzado a trabajar. Si había despido seguro sería de las primeras ya que era la más nueva y sin el apoyo del Sr.Ezequiel por su condición de salud no había vuelto aún en la empresa, sólo lo ví en el cementerio. - Lo dices por que no lo conoces. Pero ya verás Amira. Mejor no te crucés en su camino o te ará pedazos amiga. Ahora entiendo por que no lo había mencionado antes los trabajadores. Le tenían miedo! Y con justa razón; su reacción en el pasillo del hospital me dejo perpleja. Llegaron todos los convocados y se encerraron en una de las salas de la empresa junto con el Notariado y demás acompañantes. Estaba aún charlando con las chicas cuando... -¿Quien es Bela Amira Contrell?- pregunta un hombre de traje con expresión sería. Doy vuelta y me quedo enmudecida. Sería yo la primera en ser despedida? Me decía por dentro atemorizada. - En donde está?- insiste buscando con la cabeza. - Soy yo- respondo que apenas se escuchaba. -Acompañame señorita. ¿Acompañarlo? Mire a las chicas que me indicaban con la cabeza que fuera sin pena. Caminé detrás de aquel hombre serio hasta la puerta de la sala. ¿Qué aquí no es donde se leerá el testamento? -Pase- me indica y abro la puerta con timidez Todos estaban en silencio. Contuve la respiración y entré. -Por aquí Amira- escucho indicarme el Sr.Ezequiel junto a él. Por un momento estaba aliviada por encontrarme con él. No lo había visto llegar. También noto a Rebeca detrás de él. Se cierra la puerta. Ya adentro pude ver al notariado, a un juez y lo que parecía un doctor y él abogado del Sr.Tomas, frente en un escritorio. Del lado apuesto estaba sentado Ana y su marido agarrados de la mano. La hermana del Sr.Tomás con sus 2 hijos ya adultos y una mujer mayor que no reconocía. Y ahí estaba Arián más hacia el fondo un poco apartado de los demás. Con templanza serio con sus dedos juntados agachado la cabeza distante. - Que hago aquí señor- murmuró entre dientes al Sr.Ezequiel. - No te preocupes querida- me dice con una mueca. Yo no entendía nada. ¿Por qué me llamaron? ¿Querían más testigos? No tengo el puesto de alto ejecutivo para estar aqui. O tal vez como el Sr.Ezequiel estaba enfermo me llamó a mí para cubrirlo en cualquier cosa como en estos últimos meses. Ese pensamiento me tranquilizó un poco. Él Notariado empezó hablar saludando y explicando su función hoy y de los demás acompañantes alado de él: -...debo también informarles que él Sr.Tomas Blacker a hecho un cambio reciente en su testamento. Todo esto se puede colaborar con su abogado y su doctor- explica. ¿Me pregunto que cambios abra hecho el Sr.Tomás?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD