Logró abrir mis ojos poco a poco y veo a un hombre con bata blanco parado junto a mí
-Como se siente señorita?- pregunta cargando un vaso de agua para mí.
- Que.. Que ah pasado?- pregunto desorientado
-Se ah desmayado. Tenía la presión por el aire. Pero ahora ya está normal- me pasa el vaso de agua con una pastilla.
Lo agarró y lo tomó. Era el consultorio de emergencia que tenía la empresa dentro de su establecimiento para todos los trabajadores que nesecitaban.
Ya recuerdo todo lo ocurrido... Ojalá pudiera olvidarlo.
-Puedo irme ya?
- Me gustaría que se quedara un momento más.. Acaba de despertar y...
Lo interrumpe unas voces altas discutiendo en la puerta de su oficina, en la otra sala.
-Pero que sucede?- se pregunta a si mismo en voz alta y se dirige averiguarlo
Entonces escucho un:
- ¿Dónde está ella?-
Era Arián.
Estaba asustada.
Discutía con el doctor para que lo dejará pasar y este le negaba:
- No puede pasar. La paciente aún no está en condiciones de...- decía el doctor.
-¡No me importa en las condiciones que está! ¡Exijo verla ahora mismo!- repetía Arián
-Calma Arián- escucho una voz que parecía de Ana- Escucha al doctor por favor.
-¡Es mi empresa!- grita él.
-Y ella es mi paciente y debo salvaguardar su bienestar. Es mi trabajo...
Mientras seguían discutiendo me levanto agarró los zapatos y mí sobre que estaba en la silla y salgo sigilosamente por otra puerta.
Sabía que no podían detenerlo mucho tiempo ¿quien podría? y yo aún no estaba lista para enfrentarlo, y creo que nunca lo estaré...
Al llegar a mi departamento tiro mis cosas en la mesa.
Me siento al costado de la cama y aprieto mi cabeza con mis manos fuertemente tratando de desaparecer.
¿Que fue lo que pasó hoy? Aún no logró prosesarlo, quería seguir llorando mientras me daba una ducha fría.
No logre conciliar el sueño a la noche. Daba vueltas y vueltas en mí cama.
A la mañana siguiente encuentro varias llamadas de todos en la empresa y otros que no tenía agendado... No tenía ganas de devolver ninguna así que lo dejo de nuevo en la cartera .
Veo el sobre con la letra del Sr.Tomás y lo miro con tristeza. No quería abrirlo. No podía soportar otra sorpresa más ahora ...
Me pase en mí cama abrazando mi peluche.
No tenía idea de lo que iba a pasar ahora. Pero estaba agotada mentalmente, apenas y había procesar la muerte del Sr.Tomás y ahora esto.
Irónicamente no me preocupaba el casamiento por que sabía que Arián se encargaría de resolverlo... lo que me preocupaba más era que estaba sin trabajo.
Llamaron varias veces de la portería abogados de la empresa; No les atendía.
Al siguiente día llamaron diciendo que era Ana y su marido; No los atendi tampoco.
No estaba lista para escuchar reproches y acusaciones o preguntas, ya que yo tampoco entendía por que hizo eso el Sr.Tomás.
Sólo sentía que nesecitaba un tiempo para mí por que aún estaba en negación.
Pensaba fuertemente en huír, desaparecer pero ¿Donde? No tenía familiares o fondos suficiente para empezar de nuevo en otro lugar.
Era ya el tercer día de los 6 días que había puesto de plazo el Sr.Tomás.
Esa tarde salí a correr ya que eso me ayudaba aclarar mi mente siempre.
Pero a medida que corría se iba nublado más mi mente con pensamientos, recuerdos y preguntas... salían lágrimas de nuevo por la frustración que siento. Sólo sigo corriendo y corriendo y corriendo hasta quedarme sin aire obligándome a detenerme.
Me regreso caminando despacio, ya había caído la noche en aquella cuidad tan ruidosa.
Con la cabeza abajo y las manos en el bolsillo de mi suéter con capucha voy llegando a mi cuadra.
Metros antes de llegar alzó la cabeza y veo a Esteban parado alado de un auto neg** estacionado frente a mí edificio.
-¿ Que haces aquí?- le interrogó.
-Hemos venido para hablar contigo- responde algo incómodo desviando la mirada.
-¿Hemos?- frunjo las cejas.
Miro adentro y no veía a nadie, ni al portero. Algo anda mal.
Subo rápidamente en el ascensor llegando a mi piso...
Lo primero que veo son dos hombres de trajes en el pasillo. Escucho una discusión proveniente de mi departamento.... ¡¿Adentro de mi departamento?!.
Camino rápidamente y me quedo boca abierta por lo que veo.... ¡Mi departamento no tenía puerta! ¡Había sido arrancado!.
-¿¡Pero que diab**s!?...- digo en shock
Entro rápidamente en medio de la discusión entre el portero y Arián.
- ¡Esto es un atropelló! ¡Llamaré a la policía!- gritaba él portero.
-Puede llamar a quien quiera- le responde Arián. Raramente no estaba gritando.
-¿Qué sucede aquí?- pregunto sorprendida mirando de nuevo mi pobre puerta.
-Amira este hombre a subido sin permiso y ah tirado la puerta! Intente detenerlo pero no pude- se apresura en decir mi portero.
Me quedo mirando a Arián quien parecía no importarle en absoluto y más bien recorría mi departamento con la vista fijándose en las fotografías puestas.
¿Había derribado mi puerta? Este hombre enserio nesecita ayuda.
Tuve que tragar mi enfado apretando los labios
- Lo siento mucho Sr.Pablo. Me disculpo en su nombre y me aré cargo de todos los gastos. No se preocupé- le digo tratando de calmarlo
- No se que sea su problema pero no permitiré esta clase atropello- me mira y resopla - No tienes que disculparte Amira contigo nunca eh tenido problema. Por favor si nesecitas que llame a la policía sólo dímelo.
- No no yo me encargo- digo rápidamente.
-Estas segura?- hecha una mirada discriminada hacia Arián.
- Si Sr.Pablo no se preocupé. Por favor mejor llama a alguien que pueda encargarse de arreglar la puerta y me pasa luego la factura.
-Bien.
Me mira y mira otra vez desconfiado a Arián y luego se va.
Ya a solas me dirijo a Arián quien tenía un su mano una fotografía mía de niña con mi madre...
- ¿Que cree que está haciendo aquí?- lo interrogó molesta pero ni
siquiera se digna a mirame- No tiene derecho entrar así en mí departamento.
-No atendía a mis abogados. Me ví obligado.
-¿Obligado? Ya no soy una funcionaria a servicio de su empresa ¡Ya no tengo nada que ver con usted!
Baja la fotografía, alza una ceja y me observa detenidamente por debajo; Yo estaba sudada, despeinada y con los ojos hinchados por llorar, ojeras de mapaches por no haber dormido bien estos días.
En pésimas condiciones me encontraba y él sin embargo hasta su exquisito perfume podía oler a distancia penetrando mis sentidos.
Su perfecto peinado y vestimenta lo volvían poderosamente atractivo sin incluir su físico.
-Yo también creía ya no tener nada que ver con usted pero al parecer no puedo deshacerme de su persona.
Se acerca unos pasos. Realmente era mas alto teniéndolo tan de cerca. Y su voz era grave y áspera cuando no estaba gritando.
- No lo entiendo.
- Al parecer tendré que seguir contactando con usted ya que mis abogados ineptos no han podido impugnar el testamento.
-¿Como? ¿Qué quiere decir?- pregunto realmente preocupada.
- No se que clase de chantaje o método a usado para lograr esto. Pero le aseguro no tendra éxito- se acerca más y dice en voz baja amenazante- No sabe de lo que soy capaz.
Un frío helado recorre por mi piel. Trago saliva con dificultad y trato de mantener la mirada a su altura.
-Yo no eh tenido nada ver con esto. No se por que su padre lo ah hecho y...
-Entonces no tendrá problema en firmar un trato conmigo- me interrumpe.
-¿Un trato?- pregunto con la voz ahogada como de una niña.
- Si.- pone sus manos en los bolsillos- Nos casaremos.
Mis ojos se abrieron de par en par...
- No voy a casarme con usted- se me escapa rápidamente.
- No tiene opción... O mejor dicho No tengo opción- decía en forma despectiva- Pero antes de casarnos firmaremos un contrato que estipula divorcianros lo antes posible. Solo sería un matrimonio en apariencias.
-¿Lo antes posible? ¿Cuanto tiempo?.
-Un año como máximo.
-¡¿Un año?!
¿Tendría que estar casada con él por todo un año? Con un hombre que sólo sabe gritar y maldecir y que también creé que soy la responsable de todo esto.
Me costó respirar tratando de no llorar. Últimamente estaba muy sensible por todo.
-Me encargaré que se termine lo más pronto posible. Esto tampoco me agrada- dijo sin quitar sus ojos azules oscuro que parecían traspasar mi alma en pena- Si esto no ah sido idea suyo entonces no tendrá problema en aceptar y firmar.
Realmente me ponía entre la espada y la pared pero no en la forma en que él creía. Su pensamiento era que le tenía miedo al divorcio pues según él yo quería estar casada pero la realidad era que no podía imaginar soportar estar casada con él ni un sólo año.
¿Pero qué puedo hacer? Si rechazo él se quedaría sin herencia y yo no ganaría nada con eso, pero sin embargo...
-Acepto con una condición- digo tratando de no flaquea.
-Cuál?- pregunta rápidamente.
-Quiero mi trabajo de vuelta.
Si iba a sacrificar mi tiempo casada con él y quien sabe que cosas más... Entonces tendría que sacar algún provecho de eso. Si de todas formas él también sólo está pensando a su beneficio.
-Bien.
Hecha una última ojeada a mi departamento.
-Presentese mañana a las 8.am en la empresa para firmar los documentos- camina hacia la salida y se detiene a mirar su destrozo- también lleve el costo de la puerta.
Y se va.
Me quedo descorcentada y hecho un gran suspiro.
¿Cómo es que termine en esto?¡Por Dios! Ahora tengo que casarme con un hombre a cuál no conozco ymucho menos amo.
No era él tipo de matrimonio que me había imaginado toda mi vida. Si! él era apuesto, adinerado, salido de un cuento de príncipe, una buena familia, con un buen trabajo pero... no tenía ni poco de amabilidad o caballerosidad o hasta me temo que autocontrol.
Presiento que esto no saldrá bien pero ya me eh enfrentado a varios temores en mí vida. Esta es sólo uno más y tengo pensado salir de ella con la frente en alta.
Ya después de que vinieran a reparar mi puerta me doy una ducha y busco el celular que estaba en mí cartera... Entonces también veo de bueno el sobre del Sr.Tomás que siento que me estába llamando.
Ya no podía sólo ignorarlo, debía abrirlo...
Arriba de mi cama cruzando las piernas abro finalmente el bendito sobre...