Corazones en los pasillos

Capítulo 11

Yams: Si… ¿Por?

A los segundos él respondió:

Roling: ¿No quieres salir algún lado conmigo?

Yams lo lee en voz alta sonrojándose completamente mientras sus amigas se miran y sonríen con emoción:

Yams: Claro ¿para dónde?

Roling: Cuando salgamos de clases te digo, Te quiero ?❤

Yams sonríe y escribe en su teléfono para responder — Ok… igual — Al momento de enviarlo Angela se lo quita rápidamente.

— Que seca eres Yams, escríbele que también lo quieres y más — sugirió Angela volviéndole entregar el celular a Yams con una sonrisa pícara.

— Ok — Asintió Yams mientras se volteaba a teclear en su teléfono muy nerviosa.

Yams: También te quiero y más...

Yams envía el mensaje mientras cierra sus ojos muy nerviosa y suelta un suspiro— ¿Contenta? — preguntó hacia Angela que le sonreía y asentía con la cabeza muy emocionada. En eso suena el teléfono y al ver el mensaje Yams se queda paralizada y totalmente sonrojada mientras que las chicas sin saber que pasaba se quedan confundidas mirándose entre sí, Yams rápidamente le da su teléfono a Angela y se cubre la cara con sus manos muy nerviosa. Angela ve el mensaje con una enorme sonrisa mientras que Victoria y Flory se colocan a los lados de ella para también leer el mensaje que le había mandado Roling:

Roling: Ya quiero que terminen las clases, no aguanto más, quiero verte...

Todas se ven las caras con una sonrisa pícara — Corito, Corito — mencionó Victoria muy emocionada mientras daba pequeños brincos.

— ¡Ayyy que lindos! — gritaron todas al mismo tiempo con una sonrisa pintada en sus rostros, Yams las queda mirando y les sonríe, luego toma su teléfono con su rostro sonrojado mientras empezaba a escribir en su teléfono:

Yams: Igual yo, quiero verte ❤

En el salón, Roling está sentado en su pupitre leyendo el mensaje de Yams haciendo que este le saque una pequeña sonrisa, uno de sus amigos sentado al lado de él lo queda mirando confundido

— ¿A quién le escribes? — preguntó mientras apoya su codo en la mesa y su barbilla en su mano tomando una posición de descanso.

— A mi novia — respondió Roling mientras guardaba su teléfono en el bolsillo y miraba al frente para seguir escuchando la clase, haciendo que el chico empiece a reírse.

— ¿Otra que cayo rendida a tus pies? — bromeó el chico recostándose de su asiento y cruzando sus brazos.

— Al contrario — susurró Roling agachando la mirada con una tierna sonrisa en su rostro haciendo que el chico deje de reírse y voltee a mirarlo confundido — Yo fui el que cayó rendido a sus pies… — continuó diciendo Roling mientras apoyaba el codo en la mesa y su barbilla en su mano izquierda sin dejar de sonreír.

El chico lo observaba y baja la mirada confundido, Toca timbre de salida, todos ya estaban saliendo del salón muy cansados para irse a sus casas, Yams está guardando sus cuadernos en su bolso mientras que sus amigas se la quedaban mirando, Roling se asoma en la puerta del salón mirando hacia los lados buscando a Yams, Angela lo ve y sonríe y alza su brazo rápidamente saludándolo muy emocionada.

— Yams, te busca tu Novio — informó Angela mientras volteaba hacia Yams y señalaba hacia Roling.

—¿Novio? — murmuró Yams confundida mirando a Angela kuego mira hacia la puerta y ve a Roling que le saluda con una sonrisa — Ah sí, ¡Ya voy! — respondió Yams alzando la mano y haciéndole seña a Roling que la esperara un momento mientras que él asienta rápidamente con la cabeza, Yams toma su bolso y se lo acomoda en el hombro mientras se despide de sus amigas caminando hacia Roling.

— ¿Cómo te fue en clase hoy? — preguntó Roling tomando el bolso de Yams amablemente mientras ella le sonríe muy contenta.

— Bien ¿y a ti? — respondió muy emocionada.

— Súper... — murmuró Roling mientras agachaba la mirada un poco sonrojado — estaba pensando si querías ir al parque de atracciones conmigo — comentó sin levantar la mirada.

— ¿Al parque de atracciones? — preguntó Yams confundida sin dejar de mirarlo, Roling cabizbaja asintió muy nervioso — ¡Claro me encantaría! — respondió Yams muy emocionada mientras cruzaba su brazo con el de Roling y se recostaba de él haciendo que Roling voltee hacia ella sorprendido.

Al pasar unas horas llegan al frente de la casa de Yams deteniéndose los dos mirándose a los ojos.

— ¿A qué hora vengo a buscarte? — preguntó Roling con una pequeña sonrisa en su rostro, Yams lo queda mirando y baja la mirada un poco pensativa.

— ¿Se puede a la 1? — preguntó Yams alzando la mirada hacia Roling con una enorme sonrisa.

— Claro mi linda — respondió Roling mientras la mira tiernamente, Yams al darse cuenta de la mirada de Roling hacia ella baja la cara muy sonrojada y nerviosa — Bueno, nos vemos mañana — se despidió Roling rompiendo el pequeño silencio que se había formado entre ellos mientras se volteaba para retirarse.

— ¡Sí! — afirmó Yams muy alegre mientras Roling la queda mirando por unos segundos, luego se voltea hacia ella tomándola del rostro y dándole un tierno beso en la mejilla haciendo que Yams se sonroje y agache la mirada muy nerviosa, Roling se voltea y se va agitando su mano despidiéndose de Yams.

Yams entra a su casa y corre inmediatamente a su habitación cerrando la puerta muy nerviosa, corre hacia su armario tomando su pijama y dirigiéndose hacia al baño de su habitación tomándose una ducha larga. Después de unos minutos sale del baño ya con su pijama puesta, caminando hacia su cama lanzándose en ella y abrazando fuertemente la almohada.

— ¡Que emoción! Mi primera cita con Roling, no puedo esperar— susurraba Yams muy emocionada mientras daba vuelta en su cama sin soltar la almohada — Le diré que me gusta… Ojalá tenga la valentía… — mencionó mientras se sentaba en medio de la cama con sus piernas encogidas y mirando hacia el techo, Yams suelta un suspiro de emoción luego vuelve abrazar la almohada muy pensativa, Yams la abraza fuertemente tapando su rostro y gritando muy alegre.

— ¡Yams! Baja a comer — gritó su mamá desde el comedor haciendo que Yams salte de la cama rápidamente soltando la almohada.

— Ya voy — respondió Yams a fuerte voz mientras salía de su habitación y se dirigía al comedor de su casa.

Al llegar Yams se detiene en frente de su mamá con una enorme sonrisa en su rostro, su madre era una mujer muy hermosa de cabello n***o como el azabache agarrado con una pinza de color dorada, sus ojos eran de color café claro como los de Yams, su nombre era Milena Sarutomi, Estaba sentada en frente de la mesa mientras comía relajadamente, Yams se acerca lentamente a ella y se sienta en la mesa sin hacer mucho ruido, su madre rápidamente nota su presencia y alza la mirada a verla detalladamente.

— Hola mamá... — susurró Yams con una pequeña sonrisa en su rostro mientras que Milena la miraba con sus ojos entrecerrados y frunciendo el ceño.

— ¿Te acordaste que tenías familia? — preguntó sarcásticamente mientras agachaba la mirada hacia su plato revolviendo su comida lentamente.

— Por favor mamá, sabes qué he estado pendiente de mis estudios — respondió Yams mientras volteaba sus ojos con fastidio y agachaba la mirada lentamente hacia su plato de comida un poco sonrojada.

— Claro... — murmuró Milena soltando el cubierto y rodando su comida al frente mientras miraba fijamente a Yams — Y ese chico que te acompaño hasta la casa ¿Quién era? — preguntó Milena mientras se recostaba de su asiento cruzando sus brazos, pero sin desviar su mirada intensa sobre Yams.

— Pues... — susurró Yams muy avergonzada y nerviosa por la intensa mirada de su madre haciendo que se quede callada por un momento. Milena sin decir nada se levanta de la mesa con una pequeña sonrisa en su rostro tomando su plato donde comió, luego se voltea para irse a la cocina — Voy a salir con él mañana — declaró Yams mientras empuñaba sus manos y temblaba de los nervios volteando a mirar hacia su madre que en ese momento se detuvo y volteó hacia ella muy sorprendida preguntado:

— ¿Una cita?

— Tal vez — respondió Yams agachando la mirada muy sonrojada y encogiéndose de hombros, Milena la queda mirando por un momento con una enorme sonrisa de oreja a oreja.

— Espero que un día me lo presentes — mencionó muy emocionada mientras se voltea para ir hacia la cocina mientras que Yams la queda mirando y le sonríe respondiendo:

— Está bien mamá...

Al siguiente día, Yams está en su habitación muy estresada con toda su ropa desordenada en su cama, Yams quedaba mirando la ropa muy indecisa — ¡Que rayos me pongo! — exclamaba Yams mientras caminaba en círculos muy nerviosa e indecisa.

— ¿Hija? — llamó Milena mientras tocaba la puerta — Llevas una hora encerrada en tu cuarto ¿Puedo entrar?

— ¡Ya va Mamá! — exclamó Yams muy enojada, pero se calla rápidamente al ver a su mamá entrando a la habitación.

— Tarde, ya entre — respondió Milena con una pequeña sonrisa caminando hacia Yams colocándose en frente de ella, luego voltea a mirar el desorden de ropa en la cama de Yams muy confundida — ¿Aún no te has cambiado? — preguntó Milena mientras miraba a Yams de pies a cabeza detalladamente — ¿El chico no viene dentro de 2 horas?

— ¡Ya sé mamá! ¿Pero no sé qué ponerme? — admitió Yams mientras colocaba sus manos en su cabeza muy nerviosa y estresada caminando en círculo mientras su madre la mirada como si estuviera loca, en eso un niño de 10 años, piel blanca, cabello castaño oscuro corto con los ojos café oscuros, llamado Rollan Masutobi, se asoma en la puerta y queda mirando confundido a su hermana mayor que esta con sus escándalos.

— ¿Yams? — preguntó confundido haciendo que Yams rápidamente voltee hacia él muy molesta.

— ¡¿Qué quieres?! — exclamó.

— Te buscan — respondió Rollan inocentemente haciendo que Yams se pusiera más nerviosa haciendo:

— ¡¿Ehh?! — Y empezara a caminar en círculo como loca diciendo —¡No, aun no estoy lista!

En eso Rollan, su hermanito menor suelta una carcajada — Era broma, hubieras visto tu cara de horror — respondió Rollan entre risas chocantes y sacándole la lengua a Yams haciendo que Yams se pusiera roja de lo molesta que estaba — Mujeres — murmuró haciendo una mueca de ironía hacia Yams mientras se volteaba para retirarse.

— ¡Imbécil! — gritó Yams muy enojada lanzando una almohada hacia Rollan, pero este la esquiva rápidamente al cerrar la puerta e irse.

— Me acuerdo cuando tuve mi primera cita con tu papá, estaba de la misma manera que tú — expresó Milena mientras sonreía muy emocionada al mirar a su hija.

— Mamá ayúdame — suplicó Yams muy desesperada tomando las manos de su madre.

— Claro — asintió Milena con una tierna sonrisa haciendo que Yams la mire con admiración mientras que su mamá se voltea y toma entre las prendas que estaba en la cama de Yams un hermoso vestido corto sobre las rodillas de color melón con mangas cortas y faralaos blancos — Pruébate esta ropa, te quedara linda — sugirió Milena estrechando el vestido hacia Yams con una enorme sonrisa en su rostro. Yams confundida toma el vestido y lo queda mirando un poco indecisa ya que usar vestido no era su estilo — Después nos encargaremos del peinado — susurró Milena mientras se daba la vuelta y le guiñaba el ojo a Yams luego se retira dejando a su hija sola para que se prepare mientras que Yams miraba el vestido un poco incomoda soltando un suspiro de desesperación.