—¡Diablos! —expresé, al darme cuenta que no podía dejar de sonreír. Lo había estado haciendo con Alison, después de saltar por su ventana, cuando me subí a mi automóvil y aun ahora mientras iba a casa. ¡No podía simplemente dejar de hacerlo! ¿Era así como se sentía estar con la persona correcta?, ¿Alison era la persona correcta? Mierda, claro que sí, no tenía ninguna duda y haría todo lo posible para que esto funcionara. Debía de pedirle que fuera mi novia muy pronto, no me gustaría que pensara algo como… que yo no quisiera formalizar esto que empezaba entre los dos. Estaba de acuerdo en que todo había pasado muy rápido, pero ambos habíamos esperado tantos años que estos pocos meses me eran eternos. Si ambos queríamos, no había razón para esperar…sabía lo que quería y la quería a