El Hilo rojo del Destino.

OLVIDANDO.

Los días fueron transcurriendo y para Manuel era una lenta tortura, no quería despegarse del hospital, las veces que había salido era porque la madre de Alexander prácticamente lo había echado diciendo que se pusiera presentable para cuando su hijo despertara y no lo viera como un vagabundo, de no ser por ella tal vez el tampoco sabría como lidiar con eso, había dejado a cargo a su amigo y compañero Max, no tenía cabeza para estar a cargo de la estación, llevaban una semana y al parecer no hubo ninguna necesidad de operar a Alexander ya que el Hematoma prácticamente se estaba disolviendo, solo tenían que esperar a que se retirara el medicamento que lo mantenía dormido para ver como reaccionaba.

El día había llegado y estaban muy nerviosos era fin de semana y los amigos de Alexander se encontraban ahí, junto con los padres de este, Manuel y por muy difícil de creer igual se encontraba Gabriel junto con Joaquín quienes estaban nerviosos, pero pues eran compañeros así que no había de que preocuparse.

El medico entro junto con los papas del menor y nadie más, tardaron aproximadamente una hora y en ese lapso entraron dos enfermeras, todos afuera estaban muy nerviosos, pero mucho mas Manuel que se veía mas delgado y un poco de barba en su rostro apenas visible, unas ojeras muy marcadas, pero sentía que todo valía la pena si el estaba bien, se había culpado por varios días, pero la señora lo ayudo a entender que había sido natural su reacción, prometió que ayudaría en lo que fuera y lo cuidaría mucho mas ahora que sabia la noticia, cuando el doctor salió indico a todos que podían pasar pero que no lo alteraran, al parecer estaba bien pero quería ver que tanto le había afectado el golpe en la cabeza y los días inconsciente.

Cuando entraron sus compañeros y amigos su vista se dirigió hacia donde todos iban entrando como niños regañados con semblantes tristes y preocupados, pero al ver la sonrisa que se le formo al castaño ellos igual pusieron una, hasta que la ultima persona entro y el menor al verlo frunció ligeramente el ceño y se dirigió a sus papas.

ALEXANDER: ¿Quién es el? – Dijo un poco confundido.

Manuel abrió los ojos como platos y ligeras lagrimas comenzaron a recorrer sus mejillas, se iba a retirar, pero su voz lo detuvo.

ALEXANDER: Espera, emm.. no quise ser grosero, pero de verdad que no lo recuerdo. - Dijo tomandose la cabeza.

MANUEL: si bien no te preocupes seguro con el tiempo recordaras. - contesto limpiándose algunas lagrimas que se salieron sin control.

El menor simplimente asintio con la cabeza y se dirigio a sus demas visitantes, se sorprendio al ver a Gabriel y Joaquin, pero aun asi no dijo nada, solo que  al ver a aquel chico de ojos color miel sintio una corriente elecrica cuando conectaron sus miradas y lo unico que pudo hacer fue sonreirle porque si el recordaba perfectamente al pelinegro, cuando Manuel salio el doctor iba tras de el y lo detuvo le dijo que podia ser algo temporal debido al gran golpe que se habia llevado y que tuviera paciencia que lo recordaria, un poco cabizbajo lo entendia claro que debia haber una concencuencia a ese accidente, el realmente esperaba que lo recordara.

MANUEL: ¿Cree que pueda platicarle algo de lo nuestro para ver si recuerda?

DOCTOR: Bueno considerando su estado prefiero que espere unos dias, para ver como evoluciona en el tiempo que se quede aqui internado, puede visitarlo tal vez su presencia le ayude en algo y claro que si le pregunta tal vez con un poco de calma contestar sus dudas.

MANUEL: Gracias doctor.

Claro que el no se iba a rendir tenia que al menos luhar e intentar que su pequeño lo recordara auqnue tal vez después de enterarse del porque de su accidente y que es lo que habian perdido en ello lo iba a odiar pero la verdad es que el preferia mil veces saber que el menor estaba bien y con su memoria completa que a simplemente ser OLVIDADO.