“Existen dos formas de vivir en el infierno, una es por obligación, la otra por mero placer”. A.K.M Thiago despertó al escuchar la voz en el pasillo, se levantó y fue hasta el baño para lavarse el rostro. El médico entró en compañía de Claudia. Santiago abrió los ojos al oír la voz de su madre y esbozó una inmensa sonrisa. —¡Mami! —dijo emocionado y Claudia se acercó a él para abrazarlo. —Buen día campeón, amaneciste de buen ánimo eh? —Sí, quiero irme a mi casa. —respondió sin remilgos como suele hacerlo el extrovertido niño. —¿Tan mal te han tratado las enfermeras? —el niño niega con su cabeza y picardía en su mirada.— Sí, no te impacientes, hoy volverás a tu casa. —El médico estampa su firma sobre la orden de salida, mientras la enfermera comienza a quitarle la vía de tratamiento