“Un breve segundo, es suficiente para que algo terrible ocurra” A.K.M De donde no tiene, Claudia saca fuerzas para levantarse y seguir buscando a su pequeño hijo, la risa del resto de los niños jugando en el parque la atormentan, los latidos de su corazón son cada vez más fuerte y su respiración agitada. A lo lejos, distingue la silueta de dos niños, es quizás esa la última esperanza de que sea Santiago, el niño al verla se levanta y corre al encuentro de su madre. —¡Mamita! —se abraza a su cintura. Ella se arrodilla y lo toma entre sus brazos. —Mi amor, estás bien —lo besa en la frente una y otra vez.— Que susto me acabas de dar, pensé que te había pasado algo. La niña que está a la orilla del lago, va hasta donde se encuentra su reciente amiguito. —Santi, vamos a jugar —dice en