“y repentinamente esa persona se va convirtiendo en tu pensamiento favorito, en la sonrisa inesperada, en el amor” A.K.M Santiago despierta, su madre espera ansiosa ver sus ojos inocentes y esa sonrisa única. —¡Mamita! —Hola mi príncipe aquí estoy —el niño intenta sentarse.— No mi amor, no puedes moverte aún. Tienes que esperar recuperarte. —Entonces, para qué me operaron, si no puedo moverme. —cruza sus manos y hace pucheros. —Tienes que tener paciencia, fue un proceso delicado. Cuando te recuperes —Claudia siente un nudo en la garganta— Cuando te recuperes, vas a poder salir y jugar mi vida. Mamá te lo promete. —Santiago sonríe y asiente, confía en su madre, como no confía en nadie. —¿Mi papá, donde está? Quiero verlo. —le pregunta ansioso. —Ya viene mi amor, papá fue a busca