—no me hagas esto...— suplica una ves más con su cuerpo temblando... —no te hago nada sophia— responde cínico. Sophia por supuesto que no tiene otra opción y si la tuviera no quiere enfrentarse a él por lo que bebé lo mínimo suficiente y retira sus labios temblorosos de su frío cuello, jadea y lleva una mano a su cabeza, se siente mareada, gracias al frenesí y las recientes heridas curadas. Ella tiembla y cierra sus ojos cargados de lagrimas —lo haces... lo estás haciendo ahora— llora en su piel. —lo deseas tanto como yo... princesita... no podes negar la naturaleza y lo que ambos sentimos, cuanto más te resistas más doloroso va a ser para vos, solo quiero que te dejes llevar— murmura cansado. Un sinfín de sensaciones están pasando por este momento por todo su cuerpo y por su mente,