TE NECESITO

1.

Estoy sentada en la banca del parque principal de la ciudad, me encanta venir porque no es usual que los niños estén acá, así que este silencio es perfecto para mi pequeña resaca, luego de 3 días de fiesta y por pequeña me refiero a que aún estoy ebria.

Me percibo en este instante con un lindo vaso de café en mi mano, porque el frío que me cala hasta los huesos es del demonio, mi skinny jean n***o gastado, que por cierto cuando me lo puse estaba en perfecto estado y ahora que lo veo bien, tiene un lindo rasgado en toda mi rodilla, mis botas tacón de aguja de cuero negras y mi saco de lana gris oscuro Over Size no ayudan en nada a calmar el frío. Luego en un momento de lucidez, en medio de mi ebriedad, recuerdo que en algún lugar de la banca debe estar mi bufanda negra, que es más grande que yo, que escasamente llegó a los 1.55 cm de altura, donados a la naturaleza por mi preciosa Madre.

Tomó otro sorbo de mi caliente y amargo café, porque sí señoras y señores, el café lo tomo sin azúcar. Y como puedo y mi estado de conciencia me lo permite, enrollo la bufanda a mi cuello. Empiezo a sentirme más cobijada y por defecto el frío empieza a abandonar mi cuerpo.

Un anciano se sienta a mi lado, me ofrece una sonrisa, que entiendo como un buenos días. Y espero que sea así, porque no quiero hablar con nadie.

-Buenos días.-Dios, porque no se quedó callado y ya está-.

-Buenos días, señor. -Digo tan cordial como puedo.-

-Sabe, me recuerda un poco a mi hija, con ese aliento a alcohol puede embriagar a cualquiera, y creo que en este momento ya yo lo estoy.

Se gira y me mira con una enorme y reluciente sonrisa en su rostro que me la contagia al punto de dejar de sonreír y empezar a reír. De un momento para otro la risa se detiene y nos envuelve un silencio nada incómodo.

-Bueno y qué hace una niña tan linda en este parque, tan temprano y tan borracha?

-Pues querido Señor desconocido, si lo plantea de esa manera, creo que sí estoy muy fuera de lugar. -Le digo mirando mi rededor y apenas si puedo divisar personas haciendo ejercicio.-

-Entonces qué es lo que te tiene por acá?

-Básicamente nada y todo al mismo tiempo.

-¿Te despidieron del trabajo?

-No tengo trabajo.

-Ten toma y busca uno, te mantendrá distraída. -Dice esto último extendiendo el periódico, y me quedo hipnotizada por un par de ofertas laborales encerradas en color rojo.

-¿Qué le hace pensar que quiero trabajar?

-Entonces qué quieres hacer? beber, hasta el fin de los días, o debería decir de tus días?

-Tampoco es como que me la pase de bebeta todos los días de mi vida, es solo que cuando lo hago, me lo tomo muy en serio. Y le sonrío tan grande y reluciente mente que él deja de sonreír y empieza a reírse, y creo que acabo de encontrar a mi alma gemela.

-De verdad mi querida Katerina, tu destino está cerca a encontrarte y como consejo, solo como consejo, creo que deberías encontrarlo tú primero.

Me quedo estática y perpleja en mi puesto mirando el punto fijo que estaba mirando, para darme cuenta que por más ebria que esté, se que nunca le di mi nombre a este dulce anciano. Así que cierro los ojos un instante que parece eterno, suspiro y vuelvo a mirar, para quedar más fría de lo que estaba antes de ponerme mi gigante bufanda, y ver que ya no está, y es que no sé si en algún momento estuvo.

Pero el periódico sigue ahí, así que me digo para mi propio bien mental y emocional, que todo fue real y el anciano se fue, luego de que yo cerrara los ojos. Pero se que no es verdad. Así que como la mujer inteligente que soy, se que por algo pasan las cosas tomo el periódico en mis manos y leo el texto contenido en los círculos rojos.

"Se necesita señorita, experta en trabajo manual, no mayor a 35 años de edad. Para dar masajes tántricos a exclusivos clientes de la ciudad....." Y qué mierdas, se cree ese anciano que soy???estoy por levantarme de la banca a toda velocidad para buscarlo y tirarle en su cara el periódico, pero de pronto me detengo en la siguiente oferta.

"La prestigiosa empresa de Diseño Industrial TenPa, necesita asistente gerencial, entre los 30 y 35 años de edad, con conocimiento en sistemas, manejo de dos idiomas como mínimo, excelente presentación personal.

Misión del cargo:

Brindar apoyo a la Gerencia y a las diferentes áreas de la compañía en la ejecución de los servicios administrativos y generales, facilitando la articulación entre la programación y la ejecución de actividades en las instalaciones.

Funciones:

Gestionar en el sistema las solicitudes de Órdenes de Compra de los diferentes servicios y adquisiciones de materiales y equipo.

Coordinar operativamente la ejecución de los servicios de alimentación, transportes de colaboradores y especiales, servicios de carácter administrativo de servicios generales y bioseguridad.

Apoyar la elaboración del Presupuesto anual de los gastos administrativos y de servicios generales a nivel corporativo y garantizar su óptimo cumplimiento.

Tres (3) años de experiencia desempeñando responsabilidades y funciones similares o equivalentes al cargo"

Me cago en la puta madre, este loco anciano del cielo, me da dos ofertas laborales de mierda, para las que no seré útil en absolutamente nada. Y es que con la primera, no es que sea Virgen, pero el sexo me gusta por placer, no por obligación, así que no haría mi mejor esfuerzo y estaría despedida en la primera. Pero con la segunda, carajo en toda esa infinidad de requisitos el único que cumplo es el de la edad, y en la excelente presentación personal.

Así que sin más que hacer, miro al cielo, luego de que mi ebriedad se ha visto apaciguada, por estos pequeños pero considerables sucesos y me digo, ve a la entrevista, lo peor que puede pasar es que no te acepten y ya está.

Recuerdo que estoy con un olor a borracho hediondo, y mi ropa no está precisamente limpia. Así que me encamino a mi pequeño pero precioso apartamento en el centro de la ciudad, subo directo al baño, me ducho con el agua tan fría como puedo soportarlo, para que el alcohol salga de mi cuerpo rápidamente, termino mi ducha, y me seco, aplico mi crema hidratante y me visto. Primero me coloco un pantalón n***o, de pierna ancha y un sweater café tabaco de cuello alto, pero no tortuga, unos stilettos negros tacón de aguja, y si es que estoy obsesionada con los tocones aguja. Pero me doy cuenta que no será suficiente, a pesar de mi bolso cuadrado café tabaco a juego con mi saco.

Me obligó mentalmente a buscar entre mi ropa, lo que mejor me describa y que al mismo tiempo de un aire de seriedad, y siento que lo logró. Mi pantalón n***o recto hasta el tobillo, mi blusa blanca over Size cola de pato, y mi bolso n***o, en el que meto los stilettos negros que no dejare nunca. Coloco mis converse negras y de las manijas del bolso cuelgo mi chaqueta de cuero negra, si ya se que no parecía suficiente, pero créanme, quería sentirme cómoda, y no forzada. Coloque cadenas muy delgadas sobre mi cuello y un par de pulseras de oro, gafas negras aviador para esconder un poco las ojeras, que con el suave maquillaje que me puse no se logran tapar del todo. Me hago un moño bajo y despeinado mis pelos adelante.

Salgo de mi apartamento con toda la emoción posible y creo firmemente que esto puede ser mío. Aterrizo en mi cafetería de siempre, donde el olor a café inunda mis sentidos, y desde el mostrador saludo a Daniela, la encargada y dueña del mejor café de está ciudad, nos conocemos desde que nacimos y es mi mejor amiga, tiene una vida de ensueño, y es la mejor consejera que jamás podrán conocer. Se demora unos minutos, mientras me pasa mi vaso con tapa lleno de café oscuro y amargo como me encanta.

-Para donde vas?

-A una entrevista de trabajo.

-A una entrevista de trabajo, ¿tú?

-Bueno, pero por qué es tan difícil de creer? No es como que nunca haya trabajado? o cómo crees que sobrevivo? y compró ropa?

-Rina, para nadie es un secreto que tus trabajos temporales como niñera de bebés que escupen dinero, son solo para mantener ese desgastante ritmo de vida que llevas y alejarte de los problemas reales.

-Maldita sea Dan, hoy el sol está alumbrando, y yo tengo una entrevista. ¿Puedes ser menos pesimista para mi? Gracias. Por cierto? cuando te refieres a problemas reales que son?

-Bueno, pues que debes sentar cabeza, y no te digo que debes casarte y cosas como esa, pero si una estabilidad Rina, vives tu vida, completamente sola y por sola, sabes que me refiero a que vives el día a día como venga, sin pensar en un futuro, por ti y para ti, y eso querida mía, eso no es sano.

-Vamos a ver, porque no lo es?

-Bueno pues porque creo que, en unos días te llenarás de gatos y en unos meses te encontrara la policía muerta y con la botella en la mano. -Me dice Dan, como le digo desde niña, en tono de broma, pero entiendo su punto. Se que no se trata de ter una familia o un trabajo estable, o un novio perfecto que me acompañe, es sobre estabilizarme mentalmente, económicamente y sentimentalmente, pensando en mi, en lo que quiero de mi o para mi, y dejar de estar de fiesta en fiesta cada dos por tres.-

-Jajajaja, pero que delirante estas. Y dime quién es el caballero de armadura dorada que te tiene hablando así? -La miró con una sonrisa que me llega hasta las orejas-

-Pues se llama Gerardo es dueño de un restaurante exploratorio, de comida típica y es divino.

-Es un pendejo!!! -Afirmó- , ¿Qué es eso de comida "exploratoria"???. Sabes que te va a romper el corazón, así que me avisas, para tenerte los tequilas preparados, o directo de la botella como la última vez, por ahora mi querida Dan, me largo o no voy a llegar nunca.

-Sabes que son las 12 del puto día verdad? y que las entrevistas se hacen en la mañana...

-Bueno si esté trabajo es para mi, me esperaran hasta que me dé la gana de llegar. -Le digo soltando una risita infantil-.

Me despido con un beso dejado en el aire y me encamino a la empresa, verifico la dirección en mi celular, y me doy cuenta que estoy a tres calles del lugar, así que coloco mis audífonos negros y empiezo a caminar. voy buscando la música perfecta, mientras tomo mi café.

Estoy a un semáforo del gigante edificio que se ve a cuadras. Cuando empiezo a escuchar un palpitante sonido que me llama a mover mi cuerpo, mientras me detengo en el semáforo, porque los peatones no podemos pasar.

El sonido me llena por completo, la flauta entra en mi ser y mis caderas y hombros se mueven, a medida que voy caminando. Sé que la gente me mira, pero eso desde hace mucho tiempo dejó de importarme, cuando empiezo a cantar.

"Que no te preocupes

si no te aprueban

cuando te critiquen

tu solo di

soy yo

soy yo

soy yo"

Cuando la voz de Li Saumet de bomba Estéreo canta más fuerte, empiezo a levantar mi brazo y mano derecha, donde sostengo mi café. y es ahí cuando más muevo mi cuerpo, que siento que le pego a algo, porque no quiero decir que le pegue a alguien. Me quedo quieta y me sujetan de la mano, quitó de mis oídos los audífonos y me giro, para encontrarme de frente con este edificio de señor, que me mira de arriba a abajo, con una ira en sus ojos que pienso que si deja contenerla se va a convertir en el hombre verde. Le sonrío, pícaramente, arrugando mi nariz.

-Lo siento...? -Suena más a pregunta-.

-¿Lo siente de verdad? o esta siendo tan inmadura como su estúpido baile que viene haciendo hace dos cuadras, y por el cual, no ha dejado caminar con paso firme a las personas que deben llegar a su puesto de trabajo?.

-Momentico amigo mío, en primer lugar mi baile no es estúpido y en segundo, a nadie me le estoy atravesando en el camino, solo hago lo mío. Ahora bien, si su molestia es porque yo me doy el gusto de mover el culo donde me dé la gana y usted no es capaz, no es mi problema, sin embargo si su molestia es porque acabé de voltear parte de mi preciado oscuro café en su costoso traje de diseñador y hecho a la medida...-está parte no la van a creer, pero si, soy de las que pide disculpas si se equivoca- Señor, como sea que se llame, lo siento y lo lamento mucho, porque acabo de afectar su presentación personal y me ofrezco voluntariamente, -si me creí en los juegos del hambre- a enviar su traje a la tintorería y dejarlo como nuevo.

-¿De verdad cree usted, que yo tengo tiempo para bailar en la calle?, y no se preocupe, no le dejaría mis prendas a una descuidada como usted. Permiso. -Y así sin más el muy canalla se largó, dejándome con las disculpas en la boca. Que se pudra-.