Cuando llegó el señor Félix le conté todo lo que había pasado sin omitir nada, él me ha sugerido que debo colocar una denuncia a Santino y otra a Anna junto con una orden de alejamiento, le respondí que lo tomaré en cuenta pero en estos momentos lo único que deseo es buscar a mi hija Lucero e irme de Italia, el señor Félix suspiro me entrego una ropa para ir al orfanato, en su portafolio estaban las pruebas donde puedo llevarme a la niña debido a que legalmente soy su madre adoptiva pero lo soy, él y su hijo salieron rápidamente me vestí y salimos aquel orfanato, pasado unos cuantos minutos logramos llegar al sitio mi corazón estaba acelerado me invadió el miedo de no encontrar a mi pequeña, entre tantos niños existía la posibilidad que ella ya no este, la madre superiora que nos atendió