Días después. Llega de improvisto, Mustafá a la mansión Manzur para visitar a su familia, lo hace esta vez junto con su esposa Seda. Al llegar a la sala se hallan con la tía Halide quien estaba al teléfono, cuelga velozmente para saludar: —Hola muchachos—los saluda, mirando con recelo a Seda, quien se incomoda un poco. —¿Dónde está mamá? —pregunta Mustafá. —Está en la cocina ¿Cómo te va Seda? ¿Cómo te comportas como esposa? —Basta tía—la reprende Mustafá riendo y Seda se encoge de hombros—¿Con quién hablabas? —pregunta Mustafá a su tía —Con tu padre, sigue en los Estados Unidos, le puse un ultimátum si no me caso en un mes, te juro por Alá que lo pico en pedacitos, Abdul de mí no se va a burlar esta vez. Prometió que organizaría mi casamiento y tiene que cumplir—señala la tía Halide