Al llegar a la nueva casa, Seda se emociona velozmente ya que se encuentra allí Meltem, quien es como su madre. Sale corriendo a sus brazos para abrazarla. —Es bueno verte Meltem ¿Qué haces aquí? —Tu padre me envió, para que ayudara hija. —Mi padre siempre pensando en todo y, principalmente en mi felicidad. Estoy muy feliz de tenerte a mi lado ¿No hay ningún problema Mustafá, con que Meltem viva con nosotros? —pregunta Seda. —No Seda, voy a la habitación—responde Mustafá desanimado. —¿Qué ocurre con el señor Seda? —¡Ay Meltem tengo tantas cosas que contarte! —Por Alá Seda, espero no sean malas noticias. —Me temo, que para mí si Meltem. —¿Qué paso? —Ayer Mustafá y yo no estuvimos juntos, no tuvimos intimidad Meltem te das cuenta, aún no me quiere, ni me desea como lo imaginé. —¿